El partido del siglo, como lo bautizó la prensa inglesa de la época, se jugó el 25 de noviembre de 1953, en Wembley, ante 105 mil espectadores. Inglaterra, con toda su soberbia, consideraba la victoria un hecho. Se apoyaba en eso de que inventaron el fútbol, en que nunca habían perdido en su tierra ante un equipo no británico (sólo República de Irlanda los había derrotado en 1949) y en que sus jugadores eran mejores táctica y técnicamente que los de cualquier rincón del planeta.
Hungría ya era entonces un potencia mundial, pero los futbolistas ingleses, admitieron después, casi no conocían a su rival. Los húngaros habían sido campeones olímpicos en 1952 y llegaban con un invicto -por entonces de 24 partidos, no perdían desde 1950- que se extendió hasta la final del Mundial ’54. Ese once revolucionó el juego en su época, hay quienes ven allí a los precursores del fútbol total de Holanda en los ’70.
Los dos equipos jugaron con la misma táctica, 1-2-3-3-2, pero las diferencias de técnica y de velocidad fueron notables. Sigan al 9 de los húngaros, Hidegkuti, quizás el primer enganche, que fue la figura. Miren como se movía junto a Puskas y Kocsis para armar el ataque desde el centro de la cancha. Estén atentos al 4, Bozsik, que recuperaba y pasaba al ataque, algo inusual en el fútbol de esa época en el que se jugaba casi siempre en las áreas, atacantes contra defensores. Vean como los ingleses no daban dos pases seguidos y los húngaros tocaban en corto. En fin, pongan una música que les guste -el relato radial húngaro es difícil de aguantar- y disfruten del ballet magiar en su máxima expresión.
Formaciones:
Inglaterra: 1, Gil Merrick; 2, Alf Ramsey, 5, Harry Johnston, 3, Bill Eckersley; 4, Billy Wright (c), 6, Jimmy Dickinson; 8, Ernie Taylor, 10, Jackie Sewell; 7, Stanley Matthews, 9, Stan Mortensen y 11, George Robb.
Hungría: 1, Gyula Grosics (c) (reemplazado por 12, Geller a los 78′); 2, Jenő Buzánszky, 5, Gyula Lóránt, 3, Mihály Lantos; 4, József Bozsik, 6, József Zakariás; 7, László Budai, 9, Nándor Hidegkuti, 11, Zoltán Czibor; 8, Sándor Kocsis y 10, Ferenc Puskás.