Si estacionamos el auto en una cuadra, nos rompen una puerta, nos roban unos discos y una pelota, es difícil que querramos volver a dejar el coche en esa vereda. Si vamos a comer a un restaurant que nos recomiendan por su ambiente y el mozo nos maltrata, la comida nos cae mal y la cuenta nos hace bajar la presión, es raro desear ir a comer ahí otra vez. Si nuestra pareja nos propone a pasar unos días en Colonia, pero ya habíamos ido con alguien antes y en ese viaje esa relación se terminó, sería extraño, salvo que buscáramos volver a la soltería, que vayamos a Buquebus a comprar los pasajes.
Y sin embargo, justamente desde el fútbol, un ámbito que se presupone muy sensible a las costumbres, las cábalas y las tradiciones, nos llega un ejemplo inverso. Apoyadas en el respaldo polemista de buena parte de la prensa, las nuevas autoridades de la AFA parecen decididas, en su cruzada por mostrar que van a erradicar todos los vicios de nuestro deporte nacional, a que Argentina juegue en la Bombonera el determinante partido ante Perú -siempre es contra Perú- por las Eliminatorias para Rusia 2018. Justamente, un estadio donde la Selección nunca perdió un partido oficial pero donde sufrió la última eliminación mundialista ante, claro, el equipo peruano.
El 31 de agosto de 1969, Argentina recibió a Perú en el estadio de Boca con la obligación de ganar para clasificar al Mundial de México ’70. La selección estuvo siempre abajo en el marcador. Los goles de Albrecht, de penal, y de Rendo solo sirvieron para evitar la derrota. Igual, el empate 2-2 dejó al equipo último en su grupo, detrás también de Bolivia, y sentenció aquella histórica eliminación ante un rival que, un año después, fue la revelación en la Copa del Mundo.
Aprovechando el debate actual sobre la localía para el partido del 5 de octubre, dejamos el video de aquel choque para volver verlo completo. Si bien los goles y las emociones aparecen todas en un final de enorme dramatismo, el resto del juego deja muchos detalles interesantes para analizar. Desde el ritmo del juego de la época y el arbitraje localista a la presencia policial, los rasgos de esa Bombonera y el grado de influencia del público sobre los jugadores, propios y ajenos. Lecciones del pasado que pueden ser valiosas en el futuro cercano. Disfruten.