Ese 6 de julio de 1969, se produjo un hecho extrañísimo para el fútbol argentino: Chacarita, un equipo de los considerados chicos, obtenía el campeonato Metropolitano tras derrotar por 4-1 a River en la final.
Por aquellos años era bastante complicado que un equipo que no fuera Boca, River, San Lorenzo, Independiente o Racing se coronara campeón. De hecho, desde 1931 a la fecha, River había ganado 13 títulos, Boca, 10; Independiente y Racing, 6 y San Lorenzo 5. Sólo Estudiantes (en el Metropolitano del 67) y Vélez (Nacional del 68), habían podido romper esa hegemonía de los grandes.
Hay otra cuestión quedó en el imaginario popular cuando se recuerda aquella final. Resulta que River llevaba ya 12 años sin consagrarse y ya arrastraba el apodo de “gallinas” por su incapacidad para ganar en las finales. Vale decir que por aquellos años, si uno le decía “gallina” a un hincha de River, lo más probable es que la charla no terminara bien ya que era una expresión peyorativa y ofensiva y no como se la toma ahora.
Pues bien. Dice la leyenda que antes del partido que los dirigentes de Chacarita se comunicaron con los de River y les ofrecieron entregar el partido a cambio de la totalidad de la recaudación. Según los mismos informantes, la respuesta del escribano William Kent, por ese entonces presidente de River, fue: “muchachos, los partidos se ganan en la cancha”. Incomprobable, por supuesto, pero damos certeza de que esa historia recorrió las redacciones de los diarios durante décadas.
Lo concreto es que River llegó a esa final tras empatar 0-0 con Boca en semifinales y clasificar por haber obtenido mayor cantidad de goles a favor en la tabla regular. Chacarita, por su lado, había eliminado a Racing por 1-0 con gol de Recupero de palomita.
La final se jugó en la cancha de Racing ante 65 mil personas y con una recaudación de 28 millones de pesos, con el arbitraje de Roberto Barreiro.
El Tanque Hotacio Neumann puso el 1-0 para Chacarita a los 12 minutos del primer tiempo. A los 20 igualó Trebuq tras un centro de Pinino Más. Y a los 30, el juez decidió la expulsión de Dreyer por una fuerte infracción sobre Orife.
A los 38, otra vez el Tanque Neumann, esta vez con un zapatazo espectacular desde el borde del área, puso el 2-1.
En el arranque del segundo tiempo, a los 2 minutos, Ángel Marcos estableció el 3-1 con una definición estupenda tras gambetear a Carballo y un rato después, el Tano Fassoldati, puso el 4-1 definitivo.
Los equipos formaron con:
Chacarita: Petrocelli; Jorge Gómez, Abel Pérez, Bargas, Frassoldati; Recúpero, Punturero; Poncio, Marcos, Orife y Neumann. DT: Víctor Rodríguez.
River: Carballo; Ferreiro, Miguel López, Guzmán, Vieytez; Dreyer, Recio, Gutiérrez; Trebucq, Daniel Onega y Más. DT: Ángel Labruna
Con el relato de Horacio Aiello, aquel viejo periodista que decía que los tiros de esquina eran ejecutados “a la derecha de su pantalla, señora” y los comentarios del eterno Enrique Macaya Márquez, les entregamos el partido completo: