“¿Qué es, un equipo de rugby?” Eso se preguntó Riyad Mahrez cuando Leicester City se interesó en contratarlo a principios de 2014. En ese momento, el equipo dirigido por Nigel Pearson estaba en la cima de la segunda división inglesa y necesitaba un mediocampista habilidoso para mantener ese lugar de privilegio. Las dudas de Mahrez se disiparon en cuanto viajó al centro de Inglaterra y conoció el club. Tiempo después, afirmó: “No conocía nada de Leicester, pero no me arrepiento. Es el mejor club donde jugué”.
Hoy, Mahrez es el mejor futbolista de la Premier League y su relevancia en Leicester City es mayor a la que cualquier otro jugador pudiera tener en cualquier otro equipo de Europa. Lleva 16 goles y 11 asistencias en 30 partidos, pero su aporte va mucho más allá de los números. Representa el salto de calidad que debe tener todo aspirante a campeón. Si los Zorros están en la punta desde comienzos de la temporada es porque tienen a Mahrez y a Vardy. No hay ningún tipo de dudas al respecto.
Claudio Ranieri llegó a Leicester a mediados de 2015 con un objetivo claro: salvarse del descenso. El entrenador italiano llegaba tras fracasar en la Selección de Grecia -fue despedido tras una derrota con Islas Faroe- y ningún hincha mostró especial entusiasmo con su contratación. Sin embargo, logró formar un equipo sólido y pudo generar las condiciones que convirtieron a Mahrez y a Vardy en cracks. Con eso le alcanza para llevar cinco puntos de ventaja cuando restan siete fechas para el final.
Mahrez no es un Diez clásico pero tiene características que pueden llevar a la confusión. Es zurdo, hábil, encarador y define muy bien. Parte desde la derecha con pierna cambiada pero llega al área por intermedio de diagonales en las que explota su velocidad. Leicester es un equipo de transiciones cortas, que busca explotar el contragolpe y por eso su presencia es tan determinante. Hace la diferencia con la pelota en los pies y sin ella. Es uno de los mejores gambeteadores de Inglaterra y también tiene la lucidez para asistir y para entrar vacío al área. En lo que va de 2016, sólo se lo puede poner por debajo de Lionel Messi.
Su principal socio es Jamie Vardy, máximo goleador de la Premier con 19 gritos. Entre los dos, convirtieron más de la mitad de los goles del equipo en la Premier y se entienden a la perfección. También entra en el circuito ofensivo el japonés Shinji Okazaki, mientras que Marc Albrighton y Daniel Drinkwater sostienen al conjunto desde la zona medular.
Nació en 1991 en Sarcelles, una comuna de los suburbios de Paris. Hijo de padre argelino y madre marroquí, pasó parte de su niñez en Argelia, patria que eligió para representar con la Selección nacional. Hizo las inferiores en el club del barrio y luego pasó a Quimper Kerfeunteun FC, de la cuarta división francesa. Allí vivió con Mathias Pogba, actual delantero de Partick Thistle de Escocia y hermano de Paul. En 2010 pasó a Le Havre tras rechazar ofertas de Paris Saint-Germain y Marseille porque creía que el equipo de Normandía era más beneficioso para su crecimiento.
Después de tres temporadas en la Ligue 2, fue fichado por Leicester. “Me decían que era muy fino o demasiado débil para el fútbol inglés, que todo el mundo me robaría el balón. Tuve un entrenador que me dijo que jugara sin contacto y con inteligencia. Eso me ayudó mucho”, afirmó Mahrez al recordar su llegada a Inglaterra. De todos modos, su juego no sintió el cambio y se ganó la titularidad poco después de su arribo. Aquel año, los Zorros ascendieron con más de cien puntos.
“Estoy contento con su trabajo. Todos los equipos le intentan parar y los árbitros deben protegerle. He hablado con él. Es nuestra estrella y está asumiendo la responsabilidad”, declaró Ranieri sobre Mahrez, a quien le debe gran parte de su resurgimiento profesional. “No está en venta y nadie puede pagar lo que vale”, agregó el DT italiano, que de todas maneras sabe que retenerlo será una tarea casi imposible.
A principios de la temporada, el argelino renovó su contrato hasta 2019 con un sueldo de 35.000 libras semanales. Es un salario alto para un equipo de la parte baja de la Premier, algo que Leicester era en agosto pero que ya no lo es. Entonces, decidieron ofrecerle 75.000 por semana, aunque saben que las ofertas por la nueva joya lloverán. De hecho, ya se especula que Barcelona estaría dispuesto a pagar 30 millones de libras por su pase. Riyad no ve con malos ojos esa transferencia: “Todo el mundo quiere jugar con Messi. Siempre veo los partidos del Barça por televisión porque me gusta cómo juegan”.
Debutó en el Seleccionado de Argelia a pocos días del comienzo de la Copa del Mundo 2014, en un amistoso frente a Armenia. En Brasil fue titular sólo en la derrota frente a Bélgica y vio desde el banco de suplentes la extraordinaria actuación de su equipo en los octavos de final contra Alemania. Tras el Mundial, se convirtió en titular absoluto y marcó su primer gol. Hoy, lleva 22 partidos internacionales y cuatro goles.
Gracias a sus goles, Leicester ganó 22 puntos de los 66 que suma en la Premier League. Los últimos tres partidos, los Zorros los ganaron 1-0 y Mahrez marcó el único gol en dos de ellos, contra Watford y Crystal Palace. Además, convirtió un triplete contra Swansea y un doblete en el 3-2 sobre Everton. Esto sirve para ejemplificar por qué hoy un francés de origen argelino es el mejor futbolista de Inglaterra.