Había una vez… Habría que empezar esta historia como empezaban aquellos cuentos infantiles que nos solían contar.

Pero como esta fábula la tomamos prestada de un programa español llamado Informe Robinson, no podemos seguir contando mucho más: lo mejor es verla.

La historia va sobre Steve y sobre lo que le pasa una tarde de verano que no tenía pensado ir a ver a su equipo, ya que un amistoso de pretemporada no lo tentaba demasiado.

No fue fácil ubicar a Steve para certificar lo que sucedió, pero una vez que apareció el “héroe”, se fueron sumando personajes maravillosos. Como el lateral izquierdo del Oxford, que todavía hoy sigue preguntándose si fue cierto lo que pasó. O como el meticuloso árbitro que anotó todos los partidos dirigidos en varias libretas y es capaz de recordar aquella tarde que se transformó en insólita justamente por Steve. O el fotógrafo, sin el cual todo esto no podría haber sido verificado. O el chico de la megafonía de la cancha, que quiso hacer bien su trabajo y fue a chequear a las fuentes. Pero, sobre todo, hay que agradecer la osadía del Loco Harry.

Como no nos quedamos en copiar y pegar, la portada del día está íntegramente dedicada a Steve y sus cometas: el fotógrafo, Harry y… Tittyshev.

Que lo disfruten.