La culpa de todo la tiene Agustín Bruzos. A los 4 años no lo aguantaba nadie en casa y lo llevamos al club del barrio a jugar al baby fútbol, para que se cansara un poco. Nunca más salió de la cancha. Ni yo del costado de la misma. En casa se respira fútbol de salón, baby fútbol, futsal… Tanto que estuvimos en Colombia acompañando al equipo argentino hasta los cuartos de final. Si, al equipo argentino que salió campeón del mundo de futsal en Cali, Colombia, este fin de semana.
Pero, ¿qué es exactamente el futsal? Es el viejo papi fútbol, con cuatro jugadores de campo y un arquero, jugado en una canchita de dimensiones reducidas, con piso duro (balodsas, carpeta y en el mejor de los mundos parquet). Para el nivel internacional, las cancha debe medir 40 x 20 metros.
La verdad es que si bien se juega desde tiempos inmemoriales, FIFA vio el negocio hace relativamente poco tiempo y organizó el primer mundial en 1989. Se jugó en Holanda, y la final se la ganó Brasil al anfitrión. Desde entonces se disputaron 8 mundiales, ganó cinco Brasil, dos España y este año lo conquistó Argentina.
Además tiene mucho predicamento en los países árabes (Irán fue tercero este Mundial, Marruecos presentó un muy buen equipo, en Holanda o Bélgica las selecciones son formadas por jugadores de dichas comunidades). Y también en países donde el fútbol de once no es tradición. Fue conmovedor ver al jugador de Islas Salomón llorar en conferencia por la felicidad de haber jugado un Mundial, aunque lo golearan todos los partidos. O saber que en Vietnam vieron en directo cada presentación del equipo diez millones de personas.
En Argentina hablar de futsal, es hablar de los clubes de barrio. Pinocho, Kimberley, 17 de Agosto, América del Sud, Glorias de Tigre (de ahí salió el capitán de la selección, Fernando Wilheim, que hace 9 años juega en el exterior), muchos clubes de comunidades, como la Unión General Armenia de Beneficencia (Ugab) o Hebráica. Y, claro también, cobró fuerza en los clubes tradicionales de fútbol, como Boca y San Lorenzo (que aportaron jugadores al plantel campeón del mundo) o River, Racing e Independiente que disputan el torneo de la máxima división en AFA.
Ahora bien… ¿se condice este título del mundo con el nivel de nuestra liga? Esa es otra película.
Sin dudas estamos lejos de ser una potencia. Como siempre el poderoso don dinero desarrolló las mejores ligas en el viejo continente. España, Italia y Rusia (y Portugal un escalón debajo) tienen los mejores torneos y sus equipos también disputan la Copa de Europa.
Y después Brasil, una cantera inagotable de jugadores de esta modalidad, tanto que en este Mundial además de los 14 que representaron a su país, Rusia, Azerbaiyán, Kazajistán, y hasta Italia tuvieron brasileños nacionalizados.
Y empiezan a aparecer mercados emergentes. Por ejemplo, este año en India se armó una superliga de desarrollo, donde convocaron figuras del futsal (el brasileño Falcao, que se acaba de retirar de su selección, el portugués Ricardinho, considerado el mejor jugador del mundo y botín de oro en el Mundial, o el arquero argentino Santiago Elías) y de cancha grande como Ronaldinho o Hernán Crespo, por citar algunos.
Y entonces… ¿cómo se entiende este título mundial de Argentina?
Cómo casi todo en nuestro país, pasa porque hay mucha materia prima y un grupo de soñadores que se ponen a trabajar.
A fines de 2013, la AFA decidió renovar la conducción de los seleccionados nacionales de futsal y designaron a un ex jugador de la selección, Diego Giustozzi, que había ganado la Copa América 2003, el Torneo KL5 de Malasia, el cuarto puesto en el Campeonato Mundial de futsal de la FIFA 2004 y la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007.
Pero, lo más importante, un hombre joven que había jugado 14 temporadas en Europa y allí terminó de moldear su forma de pensar:
-“Busco siempre la perfección. También lograr la unión de todos los componentes al 101%. Soy un convencido de lo que se logra en la cancha durante el juego, es un trabajo de la semana. Para mí, la semana es clave. Después con el compromiso y la profesionalidad de todos no tendremos problemas. Tenemos que estar a la altura a nivel de juego y resultado. Con la concentración y el sacrificio de la semana se puede llegar a cualquier objetivo”.
-“Yo me crié buscando una idea de disciplina y conducta que esté más allá de resultados y en eso estoy muy de acuerdo. Creo que la disciplina te lleva a la profesionalidad y la profesionalidad al resultado, así que quiero mantener esa misma conducta”.
Y así empezó a su camino. Obviamente, la base del equipo son los que juegan en Europa. En Tailandia 2012 el equipo venía realizando un buen torneo, pero le tocó la desgracia de sufrir la lesión de su máxima figura, Matías Lucuix, un talento que estaba llamado a convertirse en uno de los mejores jugadores de la historia.
Matías nunca pudo volver a jugar al fútbol, pero Diego lo sumó a su cuerpo técnico y juntos empezaron a soñar en grande y fundamentalmente a trabajar mucho y bien. La dupla se apoya permanentemente en varios entrenadores locales (por ejemplo Nico Noriega, el DT de Hebráica, es su entrenador de arqueros).
Y no paran un minuto. Cuando la temporada de Europa no les permite juntar la base de la selección mayor (obviamente varios de los principales miembros del equipo juegan en Italia, España y Portugal) trabajan en ampliar la base en el país. Armaron una selección “local” que ya ha disputado muchos partidos y hasta ha realizado giras.
Organizaron un torneo nacional juvenil en San Juan para ver la mayor cantidad de jugadores posibles, con los que está trabajando para darle forma al equipo que representará a la Argentina en los Juegos Olímpicos de la Juventud que nuestro país organiza en 2018.
Giustozzi viaja por todo el país dando charlas, cursos, intentando nacionalizar la disciplina, que tiene su mayor difusión en la zona de Ciudad de Buenos Aires, gran Buenos Aires y Rosario. Y una histórica cantera en el Sur del país, desde donde llegaron los hermanos Alamiro y Constantino Vaporakis, nacidos en Ushuaia, ambos reclutados por América del Sud, y que hoy juegan en Boca y son los campeones más australes del mundo.
Todos los jugadores reconocen que el DT les cambió la cabeza. Es una topadora, de esos tipos que se pone algo en la mente y no duda en llevar su plan adelante. Tanto que en un país “agrietado” como el nuestro hasta se ganó algún enemigo. El afamado presentador de noticias Sebastián Vignolo, un mes antes del Mundial, llegó a plantear si era el DT idóneo para el cargo.
Como suele decir Giustozzi, su parte del trabajo ya está hecho. Consiguió los resultados deportivos que cualquier actividad necesita para despegar. Ahora será cuestión que los dirigentes de AFA, la televisión (en estos momentos hay un sólo programa que emite partidos de Futsal por la señal Fox Sports, programa generado por una productora privada que sólo vela por sus intereses y no los del deporte), los clubes, generen su propia revolución para que el futsal argentino demuestre que el traje de campeón del mundo no le queda grande.
EL PLANTEL
-Nicolás Sarmiento. Arquero. Juega en el Palma Futsal de la liga española. Salió de River.
-Matías Quevedo. Arquero. De Barracas Central, de la primera división del futsal argentino.
-Guido Mosenson. Arquero. Tiene 27 años y ataja desde 2003 en Sociedad Hebraica Argentina.
-Maximiliano Rescia. Último hombre. Con 28 años, juega en el Catgas Energía de España. Llegó desde el Pescara italiano, en el que ganó la Liga, la Copa y la Supercopa de ese país.
-Pablo Taborda. Último hombre. Tiene 30 años y juega en Grupo Fassina Luparense, de Italia. Surgió en el club 17 de agosto.
-Damián Stazzone. Último hombre. Tiene 30 y es símbolo del futsal de San Lorenzo.
-Fernando Wilhelm. El capitán. Lateral o ala defensivo. Tiene 34 años y juega en el Benfica de Portugal.
-Santiago Basile. Lateral defensivo. Símbolo y capitán del Kimberley campeón argentino y semifinalista de la última Copa Libertadores. Es considerado como uno de los mejores jugadores de futsal de Argentina.
-Gerardo Battistoni. Lateral defensivo. Tiene 33 años. Juega en el Latina C5 de la Serie A de Italia.
-Leandro Cuzzolino. Lateral ofensivo. 29 años. Del Pescara C5 italiano.
-Cristian Borruto. Lateral ofensivo. Tiene 29 años y fue el goleador del seleccionado en el Mundial. Nació en Sarandí y se formó en Independiente. Juega en el Pescara C5 italiano.
-Constantino Vaporaki. Lateral ofensivo. Juega en Boca.
-Alamiro Vaporaki. Pivot. Juega en Boca. Uno de los pocos que jugó en cancha de once, compartió plantel con Pocho Lavezzi en Estudiantes de Buenos Aires.
-Alan Brandi. Pivot. Tiene 28 años y pasó esta temporada a Acqua & Sapone de Italia tras jugar en el Benfica de Portugal.
-Diego Giustozzi. DT. Se fue a Europa a jugar al futsal a los 19 años. Estuvo en ocho equipos italianos y en dos españoles. Con la Selección jugó tres mundiales (ganó una Copa América y formó parte del histórico cuarto puesto en China-Taipei 2004). Se retiró hace dos años y medio, y enseguida asumió como entrenador.