“Franco Armani no pudo alcanzar el récord de imbatibilidad de Carlos Barisio”. La frase se repitió hasta el hartazgo después de que Nicolás Blandi ajusticiara al arquero de River el sábado pasado. Crecimos con la certeza de que ese era la marca histórica del fútbol argentino, pero el revisionismo que se encargó de desempolvar los números del amateurismo demostró que en realidad el récord tiene casi cien años de vida. Y por ahora goza de buena salud.

Marcos Croce fue el arquero de uno de los equipos más importantes de todos los tiempos. Comenzó su carrera en el legendario Alumni y en 1917 llegó a Racing Club, que había reemplazado la hegemonía del equipo de los Brown y había ganado los títulos de 1913, 1914, 1915 y 1916. Con Croce en la valla, le sumó los de 1917, 1918 y 1919 para llegar al heptacampeonato jamás superado. También ganó en 1921 y 1925.

El registro aún vigente comenzó el 12 de diciembre de 1920, en un partido que Racing le ganó 2-1 a Sportivo Buenos Aires válido por el campeonato que luego se llevó River por primera vez en su historia. Tras aquel gol, pasaron 1077 minutos, 11 partidos y poco más de seis meses hasta que le volvieron a convertir. Fue el 15 de mayo de 1921, en el empate 1-1 frente a Almagro. Ceferino Adet fue el verdugo.

Posiblemente, nadie se enteró del récord. La Academia se consagró campeón una vez más y Croce siguió en el club hasta principios de los treinta. Además de sus reflejos, los historiadores e hinchas de Racing lo recuerdan por frases como esta: “Ostento, en mi carrera de jugador, el honor de no haber mercantilizado mis esfuerzos y de haber practicado en todas las ocasiones el deporte por el deporte mismo. He sido amateur en el más amplio sentido de la palabra”.

En 1981, Carlos Barisio, respaldado por Héctor Cúper, Juan Domingo Rocchia y Oscar Garré desde adentro y por Carlos Timoteo Griguol desde afuera, estuvo a dos minutos de romper la racha de Croce. Más allá de esos 120 segundos, su nombre está ligado al récord de imbatibilidad porque durante décadas sólo se tuvieron en cuenta los datos del profesionalismo. 

Armani ya es el tercer arquero con mayor tiempo sin recibir goles en la historia del fútbol argentino. El ex Atlético Nacional, que ya había superado la marca del fútbol colombiano con 1046 minutos invicto en todas las competencias, aún tiene intactas las posibilidades de quedar en la historia. Pero ahora deberá empezar de nuevo.