En los últimos tiempos, la gran mayoría de los pueblos que lograron su independencia, antes de tener un gobierno patrio o de proclamar su soberanía, hicieron algo menos significativo pero absolutamente simbólico: crearon su Selección de fútbol. Es una especie de paso previo que deben dar todos los nuevos estados. Lo hicieron Sudán del Sur y Kosovo y ahora es el turno de Crimea, que este lunes anunció la creación del equipo nacional, dirigido por la Unión de Fútbol de Crimea.
Según informó la agencia EFE, la Selección crimea será entrenada por Valeri Petrov, antiguo futbolista soviético, e incluirá a 24 jugadores. LA UFC difundió un comunicado con las novedades.
El territorio de Crimea es una península ubicada en la costa septentrional del mar Negro, entre Ucrania y Rusia, los dos países que reclaman su soberanía. Tiene una importancia estratégica por ubicación y por recursos naturales, ya que cuenta con enormes reservas de gas y petróleo. Además, su legado histórico le da todavía más importancia. En 1774, el Imperio ruso conquistó Crimea en la guerra turco-rusa y durante el proceso soviético formó parte de la RSS de Ucrania. Tras la caída de la URSS, se estableció una república autónoma dentro de Ucrania, pero en 2014 Rusia la incorporó como “sujeto federal”.
La Selección recién formada celebrará su primera concentración oficial a principios de diciembre en Eupatoria, a orillas del mar Negro.
La liga de fútbol de Crimea arrancó en agosto de 2015 después de que la UEFA rechazara la posibilidad de que equipos de la península disputaran el campeonato ruso. En un primer momento, Rusia incluyó a los clubes crimeos en su liga nacional, pero se vio obligado a excluirlos debido a la oposición terminante de la UEFA.
En 2014 Ucrania se dirigió a la UEFA para que sancionara a Rusia por incluir en su liga al TSK de Simferópol (antiguo Tavria), el SKCHF de Sebastopol, que compitieron hasta 2013 en la división de honor ucraniana, y al Zhemchúzhina de Yalta.
Apenas se conoció la noticia, dirigentes rusos y ucranianos afirmaron que el equipo crimeo sólo podrá entrenarse y jugar algunos amistosos, siempre que cuente con el permiso de la Federación de Ucrania. Con lo cual, el anuncio es más simbólico que real. Aunque muchas veces, los grandes cambios comienzan con un simple gesto.