“Brian Clough sigue siendo el entrenador más exitoso de la historia del fútbol inglés”. Esa sentencia cierra The Damned United, película que, sin embargo se concentra, en los más fatídicos y polémicos cuarenta y cuatro días que el protagonista vivió al frente del Leeds United, el equipo más ganador de su época.
El Leeds fue un equipo duro y odiado por sus rivales, que jugaba siempre al filo del reglamento. Una especie de Estudiantes de La Plata de los 70, que bajo la conducción técnica de Don Revie, un hosco ex delantero que había quemado sus últimos cartuchos como futbolista vistiendo los colores del club, pasó de la monótona mediocridad del fondo de la tabla a acostumbrarse a ser campeón durante una prolongada racha a finales de los 60.
El relato, que engarza con precisión largos flashbacks que incluyen imágenes documentales de partidos y entrevistas de la época, va construyendo la antinomia que encarnaron Brian Clough y Don Revie en un contexto de crispados debates futboleros en la isla, a raíz del fracaso de Inglaterra, en ese momento Campeón Mundial, en el Mundial de México 70, lo que significó el fin de la era de Alf Ramsey al frente del equipo nacional.
Para que quede claro: Brian Clough se nos presenta como “más cappista que Cappa”. Junto con su ayudante de campo-casi hermano, el gordo Peter Taylor -que tenía la virtud de descubrir jugadores y pararlos donde mejor rendían- toman las riendas del Derby County en el fondo del mar de la Segunda División y lo ascienden a Primera. Luego, se consagran campeones y juegan la Copa de Europa. Para tener una dimensión de la hazaña, el Derby County es comparable en la Argentina a Los Andes o Talleres de Remedios de Escalada. Con estos pergaminos, y al suceder la convocatoria de Don Revie al seleccionado inglés, Brian Clough es contratado por los dirigentes del Leeds.
Este desafío, más que alegría, reaviva en Clough afán de venganza. Dos temporadas atrás, todavía en el ascenso, el bolillero había resuelto que el rival de su modesto Derby County en la fase inicial de la FA Cup fuera la sensación del momento, el todopoderoso Leeds United que, comandado por el malo de Don Revie, viaja al centro de la isla y vapulea con su anti-futbol, dentro y fuera de su embarrado terreno de juego, a los muchachos y a las ideas y ala filsofía de Clough.
Ese orgullo herido es el motor del film. El fútbol en sí mismo pasa a ser una excusa y las épicas, aunque estetizadas, escenas de juego, los entrenamientos y las conferencias de prensa, donde cada respuesta es un título de tapa, son sólo el contexto para que la paranoica, soberbia y megalómana obsesión del entrenador encarnado por Michael Sheen (Tony Blair en The Queen, de Stephen Frears ) lo exponga a no dejar macana sin cometer. Quiere ser mejor que Don Revie, se considera genial y pretende que todo el mundo lo reconozca. Quiere ser el Manager of the Year y se olvida de que el domingo siguiente tiene un partido por los puntos. Su único interés es su propia gloria, y entra en conflicto con sus dirigentes, con sus jugadores, con el público… Además, lo manda al hospital a su fiel ayudante de campo: al pobre gordo, le explota el corazón despues de bancarse por meses los desplantes de su jefe.
Pero bueno, antes de que se pongan a llorar, mejor dejamos de contarles la película, así la ven. Les anticipamos que termina bastante bien. Muy bien diríamos. En los planos finales, imágenes documentales muestran la última hazaña de un exultante Brian Clough -junto con el rehabilitado Peter Taylor, que no era tan gordo en la vida real- ya en los 80: levantando la Copa de Europa ganada dos veces con el modestísimo Nottingham Forest.
El verdadero Clough, volcado al alcohol en los últimos veinte años de vida, recibió un transplante de hígado y murió el 20 de septiembre de 2004 debido a un cáncer de estómago. Sigue siendo el entrenador más exitoso de la historia del fútbol inglés.