mertens bananaUn año atrás el lateral brasileño de FC Barcelona, Dani Alves, fue víctima de la intolerancia racista que sigue creciendo en Europa. Mientras se disponía a ejecutar un tiro de esquina durante el partido frente a Villarreal, un energúmeno le arrojó una banana desde la tribuna. Alves tomó la banana, la peló y se la comió. En solidaridad con su colega, el futbolista belga Dries Mertens, subió a las redes sociales una foto suya comiendo una banana, felicitando a Alves por la valentía de su actitud.

La semana pasada Dries Mertens, que actualmente juega en el Napoli de la serie A italiana, descubrió casualmente en la cuenta de twitter de la revista National Geographic, una fotografía tomada en África en la que aparecía un niño con una camiseta de futbol con su número (14) y su apellido en la espalda.

La imagen tomada por el fotoperiodista norteamericano Pete Muller, mostraba la cruel realidad de las condiciones en las que un grupo de niños tomaba clases de francés en una escuela rural de Meliandoum, en el sudoeste de Guinea, la “zona cero” de la epidemia del Ébola que azota a la región.

Foto NG

¿Me ayudarían a contactar al niño que tiene mi camiseta”, escribió Mertens en su cuenta personal de twitter. En principio la intención del jugador era enviar balones y camisetas nuevas para el niño y sus compañeros, pero al ser contactado por el fotógrafo, tomó conciencia de la gravedad de la situación que se está viviendo en Meliandoum, donde a menos de un mes de tomada la fotografía, la escuela debió clausurarse a causa del avance de la enfermedad infecciosa que ya se cobró 10.000 vidas en África occidental.

Dries Mertens y su representante, Sam Kerkhofs, se comprometieron a difundir la grave situación y enviar ayuda económica a la población de Meliandoum con la esperanza de que se vuelvan a dar clases en la escuela y hacer sostenible la vida de la comunidad.

Tal vez se trate sólo de un gesto, pero es noble y vale la pena destacarlo.