El pasado sábado cientos de miles de mujeres le pusieron el cuerpo a la movilización más importante de los últimos tiempos en Brasil. La consigna #EleNão (“Él no”) reunió a más de un millón de personas en 80 ciudades del país con el objetivo de expresar el rechazo al ultraderechista Jair Bolsonaro, el candidato a presidente que aún lidera todas las encuestas. “Contra el avance y el fortalecimiento del machismo, la misoginia, el racismo, la homofobia y otros tipos de prejuicios” es la proclama del colectivo que ya es un actor político de importancia en el país vecino.

A las mujeres se les sumaron organismos de derechos humanos, organizaciones antifascistas e hinchadas de fútbol. Sí, los hinchas, unidos como nunca, también se manifestaron en contra del ex militar paulista. Primero en las redes sociales y luego en las calles. Las torcidas oficiales de los clubes más importantes marcharon con sus colores al frente y dejaron en claro su total repudio a Bolsonaro, quien ganaría en primera vuelta pero perdería con cualquiera de los otros candidatos en el ballotage y ya amenazó con un golpe de estado si esto ocurriera.

La primera hinchada que salió a expresar su posición fue la de Corinthians, club relacionado con la centro-izquierda brasileña gracias a su máximo ídolo, Sócrates, y a Lula Da Silva, reconocido hincha del Timao y símbolo de los ideales de la institución. Rodrigo Gonzalez Tapia, el presidente de Gaviões da Fiel (para muchos la parcialidad más numerosa del mundo), publicó en sus redes sociales:

“Hermanos, la cosa es así… no quisiera iniciar un debate sobre política, sin embargo lo que he visto en nuestras redes sociales, con muchos gaviões apoyando a Bolsonaro, me hace sentir la responsabilidad de decirles algo. Acepten o no mi manifestación política como presidente de Gaviões da Fiel, debo recordarles la ideología que llevamos con nosotros en esos casi 50 años de historia.

Usted que es asociado a Gaviões ¿conoce la historia de nuestra barra? ¿Sabía que en nuestra fundación, en 1969, el país vivía en plena dictadura militar? ¿Sabía usted que en el periodo de nuestra fundación teníamos entre nuestros objetivos principales el de derrocar a un dictador que se mantenía dentro de nuestro club? ¿Sabía usted que nuestros fundadores sufrieron mucho por el simple hecho de llevar la bandera en favor de la democracia y los derechos del pueblos?

Sé que hay entre los Gaviões da Fiel, una institución con más de 112 mil socios, gente de distintas clases sociales, lo que es muy bueno, y todos tienen el mismo derecho y el mismo valor, pero hay que decirles a algunos de ustedes que están apoyando a un sujeto que va en contra de todas las ideas que defendemos y podría tirar a la basura nuestro pasado de luchas, por lo que les pido que si van a seguir apoyándolo deberían repensar sobre su camino dentro de nuestra institución. Es decir, si estás en Gaviões por intereses personales, status, para solamente exhibir una camiseta o beneficiarse de las entradas, o para poder presumir en las redes sociales que sos parte de la barra más grande de Brasil, si es solo por eso y no porque entienden y respetan lo que somos desde los primeros días de nuestra historia, les pido por favor que tomen otro camino. Pueden pasar por la sala de la directiva y firmar sus salidas.

Somos una barra que defiende los derechos de nuestro pueblo y no podemos dejar que nuestro mayor representante, el que gobierna el país, esté contra nosotros y contra todo aquello por lo que luchamos”.

El pasado 16 de septiembre, antes de la victoria de Corinthians 2-1 contra Sport Recife, algunas hinchas mujeres de ambos clubes fueron detenidas por la policía militar de São Paulo por llevar pancartas referentes a Lula y a su candidato Fernando Haddad. Horas antes del partido, Haddad y su compañera de fórmula, la comunista Manuela D´Ávila, estuvieron en un acto de campaña en la ciudad de São Paulo, a pocos kilómetros del estadio Arena Corinthians. La policía alegó que está prohibido hacer manifestaciones políticas dentro de los estadios en Brasil, aunque no hay una ley específica que establezca eso. Las hinchas detenidas denunciaron que fueron agredidas y humilladas en la comisaría.

Los torcedores del club más popular de Río de Janeiro, Flamengo, se expresaron en el mismo sentido que sus colegas de Corinthians: “la torcida de Flamengo es la más popular del país. En ella están todos los segmentos sociales, hombres, mujeres, blancos, negros, jovenes, viejos, pobres y ricos. Representamos al pueblo brasileño en su esencia. En este sentido, nos resultan inaceptables todas las declaraciones de Bolsonaro y de su candidato a vicepresidente, Mourão. Sobre todo las que tienen que ver con la población negra, pobre y las mujeres”. Así comienza su comunicado la facción Flamengo Antifascista y luego destaca que el programa de gobierno del ex militar “busca empobrecer aún más a los más débiles y destruir la ya frágil estructura de asistencia social que existe en el país, con la misma plataforma neoliberal aplicada en la Argentina por Mauricio Macri, que está llevando al país vecino a una crisis social sin precedentes”.

En Porto Alegre también los torcedores se manifestaron. El grupo de hinchas Inter Antifascista tomó posición en unas elecciones por primera vez en su vida. “Bolsonaro representa absolutamente todo lo que estamos luchando por prohibir en el fútbol y la sociedad: represión, machismo, homofobia, racismo e ideas fascistas”, expresó Ricardo, miembro del colectivo, en declaraciones publicadas por la cadena Bloomberg.

Bolsonaro es seguidor de Palmeiras y se ha mostrado con la camiseta durante su reciente internación. Hace pocos días, uno de los futbolistas más importantes del equipo paulista, Felipe Melo, le dedicó un gol al “futuro presidente” y despertó la polémica. Los hinchas no tardaron en diferenciarse de esa opinión. Un grupo de socios firmaron una solicitada en la que repudian las posturas “antidemocráticas y fascistas” con estas palabras: “Nuestro club fue fundado por trabajadores inmigrantes y con raíces populares. Por eso, nos posicionamos en contra de toda idea fascista y de sus representantes electorales. Respetamos la coexistencia democrática de opiniones pero no podemos tolerar la amenaza a las instituciones y los planteos de tenor racista, xenófobo, machista y homofóbico. No vamos a tolerar discursos de odio dirigidos a grupos históricamente oprimidos. Palmeiras siempre ha estado cerca de estos grupos”.

Santos tampoco se quedó callado en medio de los gritos de gran parte de Brasil. La Torcida jovem, agrupación con casi cincuenta años de vida, publicó un comunicado: “La Torcida jovem construyó una historia de lucha por la democracia y en contra de la opresión que siempre intentó callar la voz de las tribunas. Una lucha que comenzó a fines de los sesenta contra la dictadura militar y que se extiende hasta hoy contra aquellos que intentan destruir al fútbol popular y a nuestra libertad. Nuestra hinchada está compuesta por la clase trabajadora, por personas de diferentes etnias y creencias que se unen como pueblo. En función de eso, nos posicionamos en contra de una plataforma política que defiende a la dictadura como salida de los problemas del país. Esa plataforma es nociva para la evolución de nuestra sociedad y va contra los ideales de la Torcida jovem“.

Los hinchas brasileños comprendieron que cuando la Patria está en peligro, es necesario levantar la voz.