Imaginen que Lionel Messi, el mejor del mundo y capitán de Argentina, se quejara públicamente de las condiciones, materiales y económicas, en las que trabajan las futbolistas de la Selección nacional, que hace 18 meses que no tienen competencia ni entrenamientos.

Bueno, eso no pasó. Pero en Chile, Arturo Vidal, figura de la Selección chilena bicampeona de América, reclamó que la Federación y el Gobierno apoyen al equipo femenino, que se prepara para disputar la Copa América en el propio país trasandino.

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Es cierto, Vidal podría haber pedido que las mujeres cobren lo mismo que cobran los varones, discusión que se viene dando en países del hemisferio norte. Pero, al menos, se acordó de existe un equipo femenino -además del masculino que él integra- y que ni siquiera tienen un sueldo.

“Supe del esfuerzo que hacen mis compañeras de la Roja femenina por defender la camiseta. Que la selección no paga y, muchas veces, deben costear sus traslados para jugar por Chile. ¡Eso está mal! ¡ANFP hay que solucionarlo! ¡La #CAFEM2018 es el momento para anunciar cambios! (sic)”, escribió en Instagram.

Unos días después, el futbolista de Bayern Múnich reforzó el concepto con otro posteo.”Las jugadoras de nuestra #rojafemenina han dado suficientes muestras de garra y talento para recibir apoyo. Llamo al próximo Gobierno, a dirigentes del fútbol y marcas a jugársela para profesionalizar el #futbolfemenino como lo han hecho otros países, y con grandes resultados”, afirmó.

La VIII edición de la Copa América femenina se disputará entre el 4 y 22 de abril en tres sedes: Coquimbo, La Serena y Ovalle. La Selección argentina volverá a la competencia internacional después de una larga ausencia y deberá afrontar un desafío de alto nivel. Compartirá el grupo B con Ecuador, Venezuela, Bolivia y con Brasil, la vigente campeona continental. Por ahora, con poco respaldo público. Confiamos en vos, Lionel.