En las situaciones límite, los pequeños gestos pueden tener una fuerza inspiradora muy superior a la esperada. Hace unos días, los futbolistas de dos equipos de la segunda división de Grecia realizaron una “sentada” en protesta de la inacción gubernamental ante la crisis de los refugiados que se vive en Europa. La imagen dio vuelta al mundo y causó un impacto que transformó a ese simple partido de fútbol en un símbolo popular.

AEL Larissa y Acharnaikos se enfrentaron por la fecha 17 de la Football League, la segunda división griega. Antes del comienzo del juego, los 22 futbolistas se sentaron en el piso como protesta por la muerte de decenas de migrantes en el mar Egeo. Otra vez, el fútbol como forma de expresión del pueblo.

Griegos sentada II“La dirigencia de AEL, el cuerpo técnico y los futbolistas permanecerán dos minutos en silencio antes del partido en memoria de los cientos de chicos que siguen perdiendo su vida todos los días en el mar Egeo, ante la brutal indiferencia de la Unión Europea y Turquía”, explicó la voz del estadio. “Los jugadores se sentarán en el césped como protesta y para instar a las autoridades a terminar con los atroces crímenes que se perpetran en el Mar Egeo”, agregó.

Según informó la prensa internacional, a pesar de las malas condiciones por el invierno y de las restricciones de varios países europeos, que han restablecido los controles en sus fronteras, las llegadas masivas han continuado durante enero, provocando un elevado número de muertes. Al menos 33 refugiados, entre ellos varios niños, murieron este sábado en un nuevo naufragio en el mar Egeo tras hundirse la embarcación en la que trataban de llegar de Turquía a las costas de Grecia. El jueves fueron 24 los migrantes, entre ellos diez niños, que murieron ahogados en otro naufragio frente a las costas de la isla griega de Samos.

Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM) las llegadas de refugiados por el Mediterráneo en Europa suman 55.529 en lo que va de año, hasta el 28 de enero, es decir un promedio de unos 2.000 por día.

Es poco lo que puede hacer el mundo del fútbol en circunstancias como esta, pero visibilizar el problema es una obligación de todos.