m 350 1Alice Marble nació en Palm Springs, California, el 28 de septiembre de 1913 y murió en esa misma ciudad el 13 de diciembre de 1990. Ganó 18 torneos de Grand Slam en individuales, dobles femeninos y dobles mixtos. Sus triunfos más destacados en singles fueron cuatro US Open (1936, 38, 39 y 40) y un Wimbledon (1939). Fue considerada décadas más tarde (no había rankings en ese momento), la número 1 del mundo en 1939. Fue además elegida la atleta estadounidense del año en 1939 y 1940.

Hasta aquí la carrera deportiva de Alice Marble, la que tranquilamente se puede considerar extraordinaria. En los Estados Unidos, incluso, es toda una leyenda, porque fue la primera mujer que adoptó el estilo de saque y volea. Es decir, cambió el destino del tenis femenino.

Su agresividad dentro de la cancha era tal, que muchos la consideraban una marimacho, una mujer con rasgos masculinos. Era amada y criticada por igual.

Pero si adentro de la cancha la rompió, fuera de ella hizo cosas mucho más fascinantes que pusieron a su figura en un lugar especial.

La infancia de Alice fue horrenda. En su biografía se relata que fue violada por un desconocido cuando tenía 15 años y que le escondió el hecho a su madre toda la vida por vergüenza. Más tarde, a los 20 años, cuando arrancaba su carrera, en un partido del Roland Garros, se desmayó y le diagnosticaron tuberculosis. Debió permanecer un año en recuperación, sin saber si alguna vez podría volver a jugar al tenis.

Después de abandonar su carrera tenística en 1941, Marble se convirtió en editora asociada de DC Comics y desarrolló nuevas historietas. Fue la creadora de la zaga “Las Mujeres Maravillas… según Alice Marble”, en la que contó historias como, por ejemplo, la de Florence Nightingale, en forma de cómic

horizon 350La Segunda Guerra Mundial trajo nuevas historias, no todas ellas felices. Su marido Joe Crowley, piloto de caza, fue muerto en combate y simultáneamente perdió un embarazo tras un accidente de auto. Esto la llevó a una profunda depresión por lo que intentó suicidarse.

Estaba en su peor momento, presa de angustia y tristeza, cuando el gobierno norteamericano le ofreció ser espía en Suiza. Marble aceptó sin dudar.

Este hecho sólo se supo después de la muerte de Marble, tras la publicación de su segunda biografía. “Sentí que no tenía nada que perder. En ese momento nadie se preocupaba por mi vida.”

La misión de Marble consistía volver a relacionarse con un antiguo amante suizo, un banquero, para así obtener información financiera de los nazis en Suiza. La operación se vio interrumpida cuando recibió un balazo en la espalda, disparado por un agente nazi.

Después de recuperarse y regresar a los EE.UU., Marble puso todo su esfuerzo en otra causa: la integración racial en el tenis. Su lucha nació con el respaldo a Althea Gibson, en 1950, quien no estaba autorizada a jugar los tornos de la Asociación de Tenis de los Estados Unidos. Althea, finalmente, pudo competir y ganó entre 1956 y 1958 torneos de Grand Slam en individuales y en dobles femeninos y mixtos. “Si el tenis es un juego para damas y caballeros, es hora de que dejemos de ser hipócritas y santurrones”, dijo en su momento Marble. Su carta de respaldo a Gibson fue el espaldarazo que necesitaba la tenista negra para que la autorizaran a jugar.

life 350Mucho antes de lo comics, de ser espía o de su lucha contra el racismo, Marble fue tapa de la revista Life, en 1939. En esa nota, la revista reprendía al resto de los medios de comunicación por centrarse en el glamour de la tenista cuando en realidad ella era una deportista de alta competencia. Para la revista, Alice era un híbrido entre el hombre y la mujer. Y lo decía sin eufemismos:

“A los periodistas les gusta pensar a Alice Marble como una chica con glamour. Ellos parlotean acerca de sus hermosas ropas, sus salidas a los clubes nocturnos o las ofertas que recibe para hacer películas. La llaman la “Venus de las canchas de tenis.” Todo eso es una tontería. Ella es una chica guapa que se ve bien en pantalones cortos. Sus brazos y piernas son largos y musculosos y desarrolla un juego demasiado agresivo para ser glamorosa… Incluso hoy en día, a los 26 años, que es algo así como una marimacho. Golpea una pelota de tenis más duro de lo que lo hacen la mayoría de los hombres. De hecho, si por ella fuera, sólo jugaría en los torneos de los hombres.”

El que escribió aquel misógino artículo, sin dudas, no debe haber hecho ni la mitad de las cosas que realizó Alice Marble en su vida.