Martin Ødegaard es un pibito rubio, con mucha cara de noruego, que apareció un par de semanas atrás y deslumbró a todos. En la redacción de Un Caño, cuando lo vimos haciendo destrozos con 15 años en la Primera de Noruega, nos apuramos en apodarlo “El Messi de los Fiordos”. Ahora, que conocemos su historia un poco mejor, estamos convencidos que va a ser un crack.
La última noticia sobre Ødegaard es que el DT de Noruega, Per-Mathias Høgmo, que ya le dio unos minutos en la selección, decidió dejarlo fuera del plantel que jugó con Inglaterra en Wembley y que debutará en las Eliminatorias para la Eurocopa este martes ante Italia. La decisión de sacarlo del plantel parece estar en sintonía con un plan general que viene desde la casa del propio Martin: Cuidarlo.
Ødegaard surgió de las inferiores de Strømsgodset, el equipo de su ciudad natal, Drammen, que juega en la Primera de Noruega. En 2013 empezó a entrenar con el plantel profesional y este año quemó todas las etapas. En enero, lo subieron al equipo mayor. En abril, debutó contra Aalesunds FK y se convirtió en el futbolista más joven en jugar en la Tippeliga. En mayo, le ofrecieron su primer contrato y lo tuvo que firmar su papá. Diez días después, marcó su primer gol -también fue récord-. Y hace un mes, jugó un partidazo contra Sandnes Ulf, el peor equipo de la Liga, hizo un gol y dio dos asistencias, y su actuación se hizo viral en Youtube.
Después de verlo ese día, en su cuarto partido en Primera, el reconocido John Arne Riise, probablemente el futbolista que haya hecho que Martin sea hincha de Liverpool, publicó un posteo en Facebook demandando su convocatoria con Noruega. “¡Martin en la selección lo antes posible!, hay que ponerlo a competir contra los mejores de Europa. Esperemos que la Federación pueda pensar fuera de la caja por una vez ¡Esto puede ser emocionante!”.
“Yo sólo juego al fútbol y disfruto. Es demasiado pronto para decir si soy lo suficientemente bueno”, dice Martin Ødegaard cuando lo comparan con el argentino Lionel Messi.
En su país, todos concuerdan en que Martin es un prodigio. “Técnicamente es bueno como pocos, tiene una comprensión del juego que impresiona”, dice Marcus Pedersen, compañero de club. Lars Tjærnås, ex DT de Noruega, afirmó que es un “extraordinario talento”. Tiene agilidad, equilibrio y confianza, gran dominio de la pelota y patea con fuerza. Además, se banca el juego físico de la Liga noruega. Encara a tipos del doble de su edad y tamaño, que parecen que vinieran de talar bosques nevados, y nunca pierde la sonrisa.
El furor por Ødegaard, que juega de medio ofensivo, lo llevó a debutar hace unos días con su selección, como titular, en un aburrido amistoso ante Emiratos Árabes Unidos. En ese partido, con la 15 en la espalda, pasó a ser el jugador más joven en representar al Reino de Noruega, rompiendo un récord vigente desde 1910. Lo más importante es que fue una de las figuras del equipo. “Creo que anduvo bien, estuvo cerca de decidir el partido”, analizó el DT noruego. “Es increíble haber cumplido el sueño que tenía desde que era muy, muy chico”, dijo el adolescente seguramente en referencia a recuerdos de su estadía en el utero materno.
“Lo importante para mí es entrenar bien, desarrollarme y ser mejor”, afirma este adolescente con el equilibrio que le falta a la mayoría de los futbolistas que se desesperan ante la mínima chance de un pase, por cualquier cifra y a cualquier destino. “Yo sólo juego al fútbol y disfruto. Es demasiado pronto para decir si soy lo suficientemente bueno”, contesta cuando le dicen que recuerda a Messi. Frente a la posibilidad de irse a un club de otro país, Ødegaard agrega: “Es muy bonita la idea, pero en realidad lo veo muy prematuro”.
Su padre, Hans-Erik Ødegaard, ex jugador de Strømsgodset, tiene mucho que ver con la mentalidad de esta pequeña joya noruega. “Martin no puede estar demasiado lejos de la escuela. Queremos que se desarrolle. Ese desarrollo fue el foco en los últimos años. Si empezás a pensar en otras cosas creo que el crecimiento se detiene”, afirma.
Para que Martin desarrolle su potencial y siga con sus estudios se acordó que se entrene tres veces por semana con Strømsgodset y dos días con el plantel profesional de Mjøndalen IF, un equipo de Segunda donde su padre es técnico asistente. Además, cada verano europeo Hans-Erik lleva a su hijo a perfeccionarse en los centros de entrenamiento de los grandes de Europa. En su última excursión estuvo cinco días en Bayern Münich, pero también visitó Stuttgart, Manchester y Barcelona.
Después de su espectacular presentación en el fútbol mayor de Noruega, lleva tres goles y seis asistencias en 14 partidos, la presión de los gigantes de Europa se intensificó. La prensa inglesa afirmó que Real Madrid estaba dispuesto a pagar 12 millones de euros por el pase. Ødegaard padre reconoció que más de 30 clubes se acercaron para fichar a su hijo: “No te puedo decir que clubes, pero casi que podés nombrarme cualquiera y ellos estuvieron en contacto con nosotros”.
Incluso los directivos de Strømsgodset, un equipo de segunda línea en Noruega, no se desesperan por hacer billetes con el diamante que surgió de su cantera. El director deportivo, Jostein Flo, reconoce que Ødegaard “es un talento único” pero por ahora no piensan en venderlo. “El dinero no es lo importante. Lo más importante es nuestra responsabilidad para que se desarrolle aún más como jugador”. Sabe que, eventualmente, lo van a transferir pero ahora hay otras prioridades, “que Martin vaya a la escuela y que tenga una buena sesión de ejercicios todos los días”.
Está claro que el talento de Ødegaard no necesita salvar de la pobreza a su familia y a sus generaciones futuras. Que Noruega es una de los países más prósperos del mundo. Pero divisar en el horizonte una montaña de monedas de oro puede alterar los valores de cualquier, en América, en Europa o donde sea. Los seres humanos, por un billete, hacemos a diario grandes destrozos.
Por eso, ver que los noruegos, que no juegan un torneo importante desde la Euro 2000, se toman con tanta calma la aparición de este crack nos alegra. La familia, los directivos y el seleccionador están todos de acuerdo en proteger el talento de Martin. Quieren llevarlo de a poco para que pueda transformarse en el futbolista que promete ser. Así es muy probable que lo consiga. Y si no lo hace, al menos habrán formado a un buen ser humano.
