Cristian Barrios, 17 años, jugador de la sexta división de San Lorenzo, fue uno de los juveniles que formó parte del partido por la vuelta a Boedo, que jugaron los campeones del ’95 hace unos días en el Nuevo Gasómetro. Es un enganche chiquito, encarador, rápido y atrevido que recibió la advertencia de Oscar Ruggeri cuando entró a la cancha ese día: “No seas maleducado, eh. No vayas para mí lado porque no pasás…”.
El pibe, nacido en Dock Sud, deslumbra en el club desde la pre-novena, pero nosotros sinceramente lo descubrimos gracias a un lector atento que nos hizo llegar este video de cuando todavía jugaba en la séptima, con 16 años.
Lo primero que nos llamó la atención fue su dominio de pelota en velocidad (también su velocidad, a secas), algunos de sus movimientos, sus buenas elecciones en distintos lugares del campo y su decisión para encarar. Es guapo. Aguanta la embestida de hombres que parecen más fuertes que él.
Está claro que es joven, y uno nunca sabe lo que puede suceder con jugadores así. Pero nos pareció que Barrios muestra potencial, y que valía la pena compartirlo.
De paso encontramos esta pequeña entrevista que le hicieron después de un partido contra Argentinos Juniors, en la octava. Había marcado un gol y había sido elegido como la figura del encuentro, que San Lorenzo ganó 3-0. Él decidió dedicárselo “a la familia y los pibes del docke”.
Según algunos foros de fanáticos, todavía no tuvo oportunidades en categorías superiores porque le falta un poco de desarrollo físico. A simple vista, diríamos que no sería el primer hombre pequeño en hacer diferencia con otras cualidades.
El tiempo dirá para qué está.