El viernes 19 de agosto de 1898, a días del final del mandato presidencial de José Evaristo Uriburu, aparecía en Buenos Aires Caras y Caretas, una revista que desde ese momento y durante décadas, registraría atentamente los cambios sociales, los intereses y las costumbres de los habitantes de una ciudad en expansión con pretensión de modernidad y berretín de europea. 

La publicación semanal con tono mordaz y afilado, se especializaba en observar el pulso de la actualidad política y cultural y reflejarlo en clave popular.  Sobresalía además por su calidad industrial, el cuidado tratamiento de su diseño y la excelencia y originalidad de sus ilustraciones y fotografías.

Caras y Caretas percibió tempranamente el impacto que producía el fútbol en las clases populares y acompaño el nacimiento y la expansión de este deporte con magníficas coberturas y gran despliegue. La primer gira de un equipo británico al país -el Southampton en 1904- ocupó amplio espacio en sus páginas desde la llegada misma al puerto de Buenos Aires del barco que traía al equipo. Las vicisitudes del Alumni, los primeros campeonatos, los partidos internacionales contra los uruguayos eran seguidos con interés por los lectores que fueron creciendo en forma exponencial.

Se podría afirmar que Caras y Caretas fue una de las primeras publicaciones en contribuir en la formación del gusto futbolero de los aficionados argentinos y en la construcción de una “mitología nacional” basada en el culto a la personalidad de los primeros cracks criollos que más tarde, largamente, completarían el diario Crítica y la revista El Gráfico, entre otros medios. 

Se destaca especialmente en ese sentido un sección fija de la revista llamada Los Ases del Football que, en una página, mediante una ilustración y un breve texto, acercaba a los ávidos consumidores, una semblanza acabada de sus ídolos. 

De la contemplación de esas finas ilustraciones acompañadas por floridos, coloquiales textos y de las ingeniosas repuestas de los jugadores entrevistados, seleccionamos algunas piezas a manera de ejemplo ya que todavía hoy, entendemos, se pueden disfrutar:

 

 

HUMBERTO RECANATINI

Por FIORE – Dibujo de VALDIVIA

 

Es, hoy por hoy, el mejor back sudamericano, lo cual es bastante decir. Pero nos atrevemos a hacer esta afirmación sobre el capitán del club Almagro después de haberlo visto actuar en forma extraordinaria frente a los españoles y  a los uruguayos.

Cuando fuimos a verle, nos encontramos con un mozo alto y esbelto, de cabellos que se blanquean prematuramente –tiene 29 años– de tez morena y ojos castaño obscuros.

– ¿Hace mucho que juega al fútbol?

– Perdí la cuenta

– ¿En primera división?

– Hace 11 años; primero de half, luego de forward, para terminar de back, que debía ser el puesto que Dios me había destinado…

– ¿Católico?

– Ni sí, ni no; eso es para despistar; pero en mi club se prohíbe hablar de política y religión.

– ¿De política tampoco?

– Se entiende…que no sea yrigoyenista…

– ¿Cree usted encontrarse en la plenitud de su forma?

– Sí, a pesar de que los años pasan; pero yo hago una vida metódica y me ejercito de continuo a base de gimnasia sueca. Luego, no soy trasnochador…

– ¿Y la milonga?

– No me atrae; y no me averguenzo de decir que soy un neófito del baile. Sin embargo tengo debilidad por los tangos…

– ¿Cuál es el que más le gusta?

“Tropezón”. Además, soy aficionado al arte lírico y a la comedia fina; sí, fina, porque para groserías, bastante se oyen en los fields de fútbol…  

– ¿Le agradan otros deportes?

– Sí; soy un entusiasta por la pelota a sare y paleta, que he practicado mucho en el Club San Isidro, mi primer club.

– ¿Algo más?

– Sí; siempre que conserven el secreto para que no se enteren los uruguayos: Que ganaremos la copa Lipton…

(1927)

 

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AMÉRICO TESORIERI

Por FIORE – Dibujos VALDIVIA

 

El gran arquero no está en decadencia, como suponen muchos, sino fuera de moda, que no es lo mismo, pero para nosotros sigue siendo una de las  grandes estrellas del fútbol argentino.

– ¿Qué opina del fútbol actual en la Argentina?

– Que hay una evidente renovación de valores. Las figuras antiguas se van y las nuevas no se han impuesto todavía, pero ya se impondrán.

– …

– Pruebas de ello tenemos muchas. Vean sino el match Boca-Independiente. En una línea de forwards, todos jugadores famosos, y en la otra, elementos nuevos y sin cartel. Resultado: estos ganaron por 3 a 0. Soy amigo de los cambios razonables, de las rotaciones en los equipos representativos.

– …

– Mi mejor partido lo hice contra los uruguayos en 1924; nuestro “team” quedó descalabrado en el Sudamericano, y entonces tuve que batirme contra todo el quinteto uruguayo, que dirigía el artillero Petrone. Al principio tomé el asunto en serio pero luego me reía yo de todos. Y como en el fútbol muchas veces las cosas son cuestión de sugestiones, yo sugestioné a mis contrarios y salí invicto.

– …

– En la actualidad el mejor arquero es Octavio Díaz, mi colega rosarino es un verdadero mago.

– …

– Creo que preparando bien el equipo y sin favoritismos de ninguna especie, podemos tener mucho éxito en las próximas olimpíadas, y hasta repetir el plato de los uruguayos en 1924.

– …

– A mí me agradaría formar parte de la delegación, aunque fuese como consejero de los muchachos, porque, aun con espíritu de sacrificio, siempre es agradable un viajecito al Viejo Mundo, ¡Hay tantas cosas lindas que ver!

– …

– No, señor. A mí, cuando estoy de viaje, no me gustan las farras…

– ¿Entonces, qué haría?

– Pues…iría a los velorios…

(1927)

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HERMINIO MASANTONIO

Dibujo de Ramón Batlle

 

Hace muchos años que es “crack”. Demasiados años para un jugador de fútbol, lo cual demuestra lo que lo discuten,  de que es un verdadero“crack”. Director de ataque, en el papel y el verde de las canchas, lo que no ocurre siempre con los “centre – forwards”, es animador incansable, gracias a su físico privilegiado. Técnico, posee un “shot”, que sin ser de los furibundos, tiene el calibre necesario para meter miedo al hombre de entre los palos.

 

 

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CARLOS PEUCELLE

Dibujo de Ramón Batlle

 

Simpatizantes de todas las camisetas han batido palmas a la siempre eficaz labor de Carlitos Peucelle, alias BarulloEl Hombre Orquesta, etc, etc: un etcétera inconmensurable, como cuadra al jugador más popular, valor auténtico del fútbol argentino. Carlos Peucelle, dicho así, seriamente, es un número puesto en el agradecimiento unánime de toda la afición, que, sabia en el arte de movilizar la redonda, ve en él a uno de los mejores defensores de nuestros colores en las justas internacionales.

 

 

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DELFÍN BENÍTEZ CÁCERES

Dibujo de Ramón Batlle

Posee un dinamismo que no sería exagerado calificarlo de maravilloso; valiente, decidido, factor único de difíciles victorias, su técnica audaz apuntaló épocas de oro de los colores campeones del gran Boca. Enardece tribunas hasta el paroxismo y arranca aplausos con jugadas impecables en el estilo. Delfín Benítez Cáceres nació en la ciudad de Asunción (Paraguay) el 24 de septiembre de 1910.

 

 

 

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ARSENIO ERICO

Dibujo de Ramón Batlle

Cuando la línea delantera de Independiente avanza peligrosamente en el campo adversario, los aficionados esperan el remate final de Erico para gustar del espectáculo de sus saltos maravillosos. El acrobático y bailarín “centre – forward”, cuya eficacia como goleador la evidencia la estadística, es por su juego personalísimo el plato fuerte de todos los aficionados. Arsenio pastor erico, nació en la ciudad de Asunción, Paraguay, el 30 de marzo de 1915.

 

 

 

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SEBASTIÁN GUALCO

Dibujo de Ramón Batlle

Su pinta cinematográfica es la atención especialísima del bullicioso público femenino que coquetea detrás del enrejado. Sereno ante la inminencia del shot furibundo, epílogo de todos los ataques, elástico en la acción armoniosa, Gualco constituye la seguridad máxima de la defensa del cuadro situado en privilegio, gracias al disciplinado esfuerzo de sus integrantes. Nació en la capital Federal en el año 1913.

 

 

 

 

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JOSÉ FABRINI

Dibujo de Ramón Batlle

Trabaja como un enano. Cuando las papas queman, el pebete se corre a la defensa y busca la pelota para traérsela prendida en los tarros, hasta la línea de gol. El Capitán Orejas es el peón del equipo rosarino. Sus escasos veintidós años, dan derecho a asegurar que pronto tendremos un crack excepcional para defender los colores argentinos en las grandes justas internacionales.

(1939)

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