Ahora resulta que para querer que un equipo argentino gane en un Mundial, todos aquellos que practiquen ese deporte deben ser buenas personas.
El 1° de enero de 2017 termina FPT y habrá que pagar para ver fútbol. Las clases acomodadas no tendrán problemas. ¿Los pobres? Bueno, che... todo no se puede.
Hay una fuerte oposición a las sociedades anónimas en el fútbol. Sin embargo, los clubes están muy lejos de ser el patrimonio social que figura en sus actas de fundación.
La FIFA le entregó a Chile y Perú los puntos de sus choques con Bolivia y cambió el panorama de Argentina. Todavía no es para alarmarse pero quitó margen de error.
El equipo de Gallardo volvió a demostrar que es como el protagonista de la serie (perdón por no elegir un producto conocido y taquillero): lo atormentan los fantasmas.
¿Qué pasaba si los titulares se quedaban en Buenos Aires para preparar el choque con Colombia en lugar de ir a Brasil y jugábamos con un equipo alternativo?
Los videojuegos nacieron para emularlo pero cada vez influyen más en el fútbol. Ahora son una herramienta laboral y un paradigma estético de referencia obligada.
Un escritor español asegura que el fútbol es pura subversión. Un narcótico que nos hace saltar los límites de la sensatez pero, bien administrado, no nos destruye.
La Afip acusó al fútbol por una deuda cuyo monto e importancia son discutibles, pero caracterizó la situación como una catástrofe. ¿Privatizaciones en la agenda?
El verbo morir y sus desatinos. El verbo comparar y sus problemas. Alguien quiere, en los velorios, aproximar las palabras más certeras. A la hora de elegir presidentes, Maradona...
El nivel de Belluschi transformó en una cuestión de estado su convocatoria a la Selección. El técnico decidió no llamarlo pero si lo hacía también iba a ser criticado.