Ahora resulta que para querer que un equipo argentino gane en un Mundial, todos aquellos que practiquen ese deporte deben ser buenas personas.
El galés Gareth Thomas escondió durante 20 años su elección sexual.
El juvenil que ingresa al mundo del fútbol queda expuesto a los vaivenes de los resultados y, encima, está preso de la necesidad económica propia y de su entorno.
Argentina fue un equipo sin fútbol, sin alma y sin rebeldía. No tuvo conductor adentro y el de afuera demostró estar desorientado. ¿Habrá que usar la la calculadora?
Aunque tuvo otras lesiones, por primera vez Leo expuso nítidamente su dolor y su fragilidad. La imagen yacente del abonado a la proeza y la discreción resultó perturbadora.
En la mayoría de los choques el miedo a perder le ganó a la valentía y a las ganas de jugar. Nos quieren vender una fecha fabulosa que fue una porquería multiplicada.
Nunca viene mal una tormenta de ideas para jerarquizar los alicaídos clásicos del fútbol argentino, en los que se juega bastante poco y se pelea mucho.
La fecha 24 es absurda. Una vez más se está por perpretar una estupidez. ¿Cómo puede ser que nadie se dé cuenta de que es injusta una jornada extra de clásicos?
La foto del niño muerto en playas turcas sensibilizó a la humanidad. Algunos jugadores del Bayer Múnich no se hicieron los boludos: visitaron a los refugiados sirios y afganos.
El cordobés Zelarayán tiene la habilidad y el biotipo de los diez criollos de la vieja escuela ahora desvalorizada, por lo que es difícil imaginarlo en las grandes ligas.
La actitud de Gago en el cuarto gol de Unión mostró a un jugador que piensa más en sí mismo que en el equipo: se quedó protestando y se desentendió de la jugada.