Ahora resulta que para querer que un equipo argentino gane en un Mundial, todos aquellos que practiquen ese deporte deben ser buenas personas.
En las actuaciones de Argentina en el Mundial siempre se busca un responsable de lo malo. Nunca la culpa es del equipo en general.
Luego de la derrota, entrenador y jugadores dijeron que Holanda se colgó del travesaño y no estuvo a la altura de la propuesta de la Roja. ¿No será mucho?
¿Conviene jugar bien o ganar? Por supuesto, las dos cosas. Pero el espíritu del hincha está definido por cómo quiere llegar a la derrota.
Argentina jugó bastante mal contra Irán pero ganó. Podríamos quedarnos en la crítica despiadada y destructiva pero preferimos mirar la parte positiva de la historia.
Los periodistas siguen modificando sus opiniones de acuerdo a los resultados. Desgraciadamente, se ven más programas de fútbol que buenos partidos.
La construcción de la noticia según las publicidades del Mundial pensadas para Olé por la agencia Young &Rubicam. A confesión de partes relevo de pruebas.
Pasan las décadas y el Dr. Gol sigue contándonos lo mismo que vemos en pantalla y subrayando exclusivamente los errores de los jugadores. Insufrible.
Las protestas en Brasil son fogoneadas por medios opositores a Dilma.
El debate futbolero sobre el 5-3-2 ó 4-3-3 en realidad esconde cuestiones más de fondo: muchos argentinos creen que solo se puede ganar jugando como el culo.
¿Cambió Messi o Sabella? Da lo mismo. Lo que vale es la solución.