George Best 1963

 

El papá de George Best se llevó a un rincón a Matt Busby, DT de Manchester United, y le habló preocupado sobre el futuro de su hijo, que acababa de firmar su primer contrato. “Si George no va a lograrlo, le agradecería que me lo avisara con seis meses de anticipación porque tengo un puesto para él en casa, en la imprenta”. Busby le aseguró que George sería futbolista y cumplió su promesa cuatro meses más tarde.

El 14 de septiembre de 1963, Manchester United jugaba de local ante West Bromwich Albion en Old Trafford. George, que venía siendo suplente, iba a debutar con 17 años en lugar del lesionado Ian Moir pero no lo supo hasta un par de horas antes. Después del almuerzo, Busby se acercó y le dijo: “Hoy jugás vos, hijo”. Best recordó más tarde ese momento: “El entrenador me dejó comer sin saber que iba a jugar, eso fue inteligente. Si me hubiera dicho de antemano no habría sido capaz de comer nada”.

Después del partido, Busby destacó la calma del juvenil para afrontar su debut: “El ambiente en el vestuario era un poco nervioso pero el chico Best se sentó en un rincón ¡a leer el programa de partido! Estaba completamente indiferente. Comenzó el juego y casi de inmediato el pequeño mequetrefe había tomado la situación por el cuello y con descaro gambeteaba a su marcador como si hubiera estado en la Primera División por años”.

Esa tarde, su primer marcador fue el galés Graham Williams, que se las arregló para contenerlo. “Yo quería intimidar a George y que la pasara mal. Me gusta pensar que lo mantuve tranquilo. Pero me di cuenta de que iba a ser uno de los grandes. Ese verano me encontré con él de vacaciones en Mallorca. Me dijo: ‘Todavía tengo las marcas de esas patadas’, y yo le dije que era agradable ver su rostro, porque después de ese primer juego todo lo que siempre vi fue la parte posterior de su cabeza desapareciendo en el campo”.

En la segunda parte Busby lo cambió de punta y Best empezó a mostrar algo de su talento. Pero su juego individual no cayó muy bien entre sus compañeros. “La forma en que jugué no le gustó mucho a Bobby Charlton”, recordó George. “Yo era el chico nuevo, se suponía iba a mostrar un poco de respeto y darle la pelota, pero cada vez que la tenía quería gambetear a un par de jugadores. El equipo debía estar gritando por el balón, pero yo fui un pequeño pillo codicioso”, agregó.

United ganó 1-0 con gol de David Sadler, pero Best no quedó conforme con su debut. “Me sentí un poco desinflado porque sabía que podía haberlo hecho mejor”, afirmó. No volvió a jugar hasta un par de meses después. “Me quedé un poco preocupado, pero sabía que era lo suficientemente bueno”, contó George. Busby también lo sabía. Y pronto lo supieron todos. Desde ese día, el fútbol es un lugar más lindo.