¿Qué se puede esperar de la AFA? Nada. O, mejor dicho, sí, se puede esperar mucho, pero nada bueno. Lo que podría haber sido una decisión acertada se transformó en un nuevo bochorno.
Es una gran idea que la Selección sea más federal, que la puedan ver in situ todos los argentinos. Pero si en el momento en que los cráneos de la AFA deciden que Argentina juegue en el Kempes de Córdoba, no se toman un minuto para mirar si hay algún “detalle” que pueda perjudicar el panorama… Estamos como estamos: jodidos.
La Selección recibirá a Bolivia por las Eliminatorias para Rusia el martes. Es cierto: todavía falta una semana. Pero cualquiera que haya visto el campo del Mario Kempes el sábado, cuando jugaron Belgrano y Vélez, puede sospechar que Messi y compañía no pisarán el terreno debido.
¿Hubo lluvias? ¿Hubo sequías? ¿Hubo algún factor de la naturaleza que destrozara el campo de juego? No, hubo un concierto de Iron Maiden, programado con tiempo de sobra para que la AFA supiera lo que podía pasar.
Ernesto Riera es el encargado de cuidar la cancha. Y hace unos días explicó: “La situación del campo va a sufrir un desmejoramiento como consecuencia de ocho días previos ocupados por el recital de Iron Maiden y la imposibilidad de trabajarlo adecuadamente. Va a estar amarillo, con todos los rectángulos marrones de pasto muerto. Y ese pasto tarda 20 días o más en recuperarse. Eso murió todo. Ahora hay que recuperar las raíces que están abajo. Pero eso lleva tiempo. Hay que ablandar para que salga de nuevo”.
Una explicación muy pedagógica de Riera. El hombre está diciendo que no puede hacer milagros. Sin embargo, la AFA decidió despedirlo. Porque la AFA nunca hace nada mal. Siempre todo pasa por culpa de los demás.