El Mundial de México 1970 fue el primero que se transmitió en vivo para Europa y América. Y fue el primero en que Adidas fabricó, como lo sigue haciendo hasta hoy, la pelota del torneo. Los dos hechos tenían una cosa en común: el primer satélite de telecomunicaciones.
Adidas bautizó a la pelota como Telstar, el nombre que tenía el programa de satélites que EEUU, Francia y Reino Unido lanzaron en 1962 para comunicarse a ambos lados del océano Atlántico a través del espacio. La Telstar, además, se transformó en el símbolo eterno de las pelotas de fútbol. La clásica, la primera que se nos viene a la mente. Con 32 gajos de cuero, 20 blancos hexagonales y 12 negros pentagonales.
La elección de los colores, que parecía imitar a ese primer satélite, decían, permitía que los jugadores pudieras juzgar mejorar como giraba la pelota en el aire y que la redonda se viera más fácil en los televisores blanco y negro de la época. Adidas fabricó 20 pelotas Telstar para usar durante ese Mundial. Algunas blancas y negras, otras sólo blancas o sólo marrones. Todas lizas, sin estampados. Y vendió, se calcula, unas 600 mil réplicas como la de la imagen.
Hoy a las 18, si el clima lo permite claro, se va a lanzar, desde la base espacial europea en la Guyana francesa, el primer satélite de telecomunicaciones desarrollado y construido en Argentina y por científicos argentinos. Elaborado en Bariloche y controlado desde Benavidez. El mayor desarrollo en la historia aeroespacial de nuestro país.
Las tres toneladas del Arsat-1 se van a poner en órbita para dar cobertura de tv digital, internet y telefonía móvil para buena parte de América del Sur. Para ver el próximo clásico gratis -o una de Darín-, para ver leer esta revista -u otra mejor-, para mandarle mensajitos a los amigos durante el partido -o para lo que sea-. Algo por lo que el país pagaba hasta ahora 25 millones de dólares al año y que ahora, con este satélite, pasará a cobrar por prestar el servicio.
Sería lindo que todos los argentinos pudiéramos disfrutar este momento. Un logro del Estado, que formamos todos, que se hizo bajo un gobierno pero que lo excede. Se supone que todos queremos que el país sea uno de los más desarrollados, Argentina construyó un satélite del mismo modo que lo hace la Unión Europa o EEUU. Y que nuestros impuestos se usen para algo útil, por ejemplo, pagarle a más de 600 científicos argentinos para trabajar en el país.
Es triste ver que en algunos diarios el tema casi no llega a la portada. Una mezquindad innecesaria. Las cosas buenas hay que celebrarlas. Por eso, para arreglar un poco el horripilante próximo torneo del fútbol argentino, con 30 equipos y en honor a Grondona, la pelota se tendría que llamar Arsat. Dejamos la propuesta para Adidas Argentina, la AFA o quién corresponda. Sería un lindo homenaje, bien futbolero. Y quizás nos sale tan bonito como el Mundial ’70.