Los noruegos, en invierno, cumplen con una doble cualidad: tienen frío y están al pedo. En esa condición, y bajo la difícil perspectiva del encierro ante la alternativa de la nieve, se ponen a inventar actividades bajo techo que los mantengan entretenidos y calentitos. Así surgió una maravilla cuya investigación habría que profundizar: el drunk football, fútbol para borrachos.

Acá está el video, que se hizo viral en noviembre, de dos equipos beodos que jugaron un picadito. Fútbol cinco, sobre césed sintético. Con camisetas y todo. Tiene subtítulos en inglés pero es bastante autoexplicativo.

Las reglas indican básicamente que todos los jugadores tienen que estar lo suficientemente bebidos como para jugar (tienen que tener más de 1,0 gramos de alcohol por litro de sangre), y si alguno convierte un gol y se queda corto en el control de alcoholemia (es decir, cuenta con un valor menor a 1,0) el tanto no es válido.

La iniciativa fue Humornieu, un grupo nórdico que hace humor en Youtube. “La idea fue simple. Queríamos emborracharnos y jugar fútbol. Pensamos que sería divertido jugarlo y que también sería algo divertido para ver”, declaró Erlend Morch, uno de los impulsores de la idea.

noruega-futbol-ebrio-1440x864_cEl video deja algunas perlitas, pero mucho más en la preparación para el partido que en el juego mismo. La fiesta pre-partido en el vestuario, con botellas por doquier, minitas para darle color a la bailanta y guerra de pizzas incluida, está bastante bien. El vómito al lado de la línea de cal también, al igual que el tipo que mea en la ducha: grafican de manera acabada el reviente.

Sobre lo que vimos en la cancha, en cambio, nos quedaron algunas preguntas reglamentarias que podrían aplicarse para perfeccionar el juego. Ejemplo: ¿el arquero no tendría que estar permanentemente borracho también? En el partido noruego, se ve que el guardavallas de los azules está un poco demasiado lúcido en comparación con rivales y compañeros. Si no entedimos mal, es elque patea el tiro libre que termina en gol (anulado). Ejemplo (II): ¿el que hace la jugada previa al gol no debería recibir un control equivalente al del anotador?

Cositas, bah. Entendemos que no le importa a nadie, pero eso es lo que más nos gusta. Casi tanto como la declaración del creador: “Fue doloroso. Especialmente al día siguiente”.