A finales del invierno de 1981, el Boca de Marzolini, flamante campeón argentino, salía de gira por el mundo con un solo objetivo: conseguir dólares frescos para intentar retener a Maradona en las filas del club. La primera escala fue Nezahualcoyotl, México, para enfrentar al Neza, en la inauguración del estadio José López Portillo.
El 27 de agosto, con las bajas de último momento de Gareca y Brindisi, Boca apenas pudo juntar 14 jugadores y, con Gatti en el banco como suplente de campo, empató 1-1 con Neza en un estadio con capacidad para 35 mil espectadores y al que concurrieron 50 mil personas. Había gente hasta dentro del campo, pisando la raya de cal. Y eso que no jugaba Maradona. Diego estaba en Europa, también de gira, pero con el Seleccionado Nacional dirigido por Menotti.
El 25 de agosto , Argentina con Maradona le ganó 2-0 al Hércules en Alicante (dos goles de Ramón Díaz). El 29, en Florencia, Argentina derrotó 5-3 a Fiorentina (dos de Passarella, dos de Diego y uno de Barbas). El 1° de septiembre Argentina perdió 1-0 frente a Barcelona en el Camp Nou, mientras Jorge Cyterszpiler empezaba las negociaciones con los catalanes por el pase de Diego (se concretaría un par de meses más tarde). El 3 de septiembre, Maradona se suma a la gira de Boca para enfrentar al Real Zaragoza, en La Romareda. Es el día de la foto con el chimpancé en el hombro derecho de Trobbiani, el chino Benítez y Casuco. Boca cayó 2-0 y un tal Jorge Valdano convirtió el primer gol para los locales.
Dos días después Maradona pisa Francia por primera vez en su vida, el 5 de septiembre Boca venció 3-1 al PSG con dos goles de Perotti y uno de Brindisi. Esa noche Diego termina la velada en la función de las 0.30 del Lido de París, donde lo dejan entrar a pesar de no llevar corbata y le hacen firmar el libro de visitantes ilustres. Finalmente, el 8 de septiembre, Boca superó 2-1 al Milan, en el Giuseppe Meazza, con goles de Maradona y Brindisi y se termina la gira.
En quince días, entre el 25 de agosto y el 8 de septiembre, Diego jugó seis partidos amistosos para Boca y la Selección, a razón de uno cada dos días y medio.
De vuelta en Buenos Aires, el 13 de septiembre, juega en La Bombonera frente a Unión de Santa Fe por la 1a. fecha del Torneo Nacional que poco después ganaría el River de Kempes y dirigido por Alfredo Di Stéfano. Boca, acorralado por la DGI que llega a embargarle la Ciudad Deportiva e inhabilitado por el Banco Central por la emisión fraudulenta de unos cheques por parte de sus dirigentes, no logra retener a Diego, que a fin de año, se marcha al Barcelona. Pero esa es otra historia. Y también merece ser contada, por supuesto.