El domingo, en la siempre jugosa apertura de Fútbol Permitido, nos encontramos con esta genial anécdota de la intimidad del plantel de Temperley. Resumiendo la historia, por si no pueden ver ahora el video de arriba, nos enteramos que Tiki Tiki Di Lorenzo, que resultó ser un lector empedernido, le recomendó hace un año un libro a Federico Crivelli. Tras un par de malas experiencias deportivas, el arquero, supersticioso como casi todos los futbolistas, decidió abandonar el texto. Entonces, como su fortuna futbolística cambió, adoptó al libro como una de sus cábalas más preciadas.
El volumen en cuestión, asumimos porque lo describen pero no lo mencionan, es “Una vida demasiado corta” de Ronald Reng, la biografía del arquero alemán Robert Enke que se suicidó en 2009 envuelto en una severa depresión. “Una historia dura”, como admite el propio Di Lorenzo. A decir verdad, una curiosa recomendación para un compañero futbolista, justo arquero también, que no tiene mucha lectura encima.
Crivelli, sin saber del todo en que relato se metía, puso los guantes y comenzó a leer. De pronto, el “ánimo” del arquero alemán pareció apoderarse de su carrera. “Tuve dos expulsiones consecutivas, justamente en el momento que estaba leyendo, nunca en mi vida había tenido expulsiones”, recuerda en el video. Entonces, se acercó a Tiki Tiki y le dijo: “Di Lorenzo, disculpame, pero no lo leo más el libro”.
La biografía de Enke quedó ahí, a mitad de leer, en algún bolso del arquero en la concentración previa a un resultado favorable para Temperley. Crivelli decidió no volver a abrirlo, pero tampoco pudo desprenderse de él. Desde entonces, lo guarda con cuidado junto a los guantes, las vendas y los botines. “Lo tiene ahí de cábala. Lo trae todos los partidos, no lo lee nunca”, cuenta Di Lorenzo. Hay pocas cosas más mágicas que la literatura. Y con eso no se jode.