La honda crisis que afecta al mundo en general y a nuestro país en particular parece no haberse atrevido a penetrar en el círculo del fútbol profesional, que se desenvuelve en gran prosperidad y libre de preocupaciones. En efecto; cuando los papeles de a uno están gambeteando los bolsillos sin dejarse pescar y los de cien han subido a tal altura que se necesita marcar un record de volación para alcanzarlos, para esos muchachos del fútbol que, por cracks que fuesen cuando los billetes citados andaban a ras de suelo y más mansos que palomas, ligaban apenas para un café con leche, ahora se cotizan por miles, y no lo hacen por menos, aunque ya se encuentren en la curva inevitable de la decadencia.

Una danza de billetes amarillos, violetas y rosas emborrachan en su torbellino la visual absorta de los aficionados patos; son duraznos contantes y sonantes que van ansiosos en busca de las habilidosas “gambas” en el manejo del cuero y que se hacen las coquetas y “pretenciosas”, porque se saben sostenidas y en puja en el mercado de las cotizaciones.

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El que talla como banquero principal de la gran cuestión es River Plate, que, como aquellos muchachos ricos y vanidosos, “pela” la cartera reventando de billetes y exclama con voz altisonante: “¡Aquí hay vento sin grupo! Tendremos para 1932 el mejor team de cracks que pagaremos lo que sea necesario. Hay cien mil mangos para ganar el campeonato y si hace falta el doble o el triple, no tenemos más que dar una vuelta a la manijita; pero vamos a tener a quien se nos ocurra”. Esta ostentación a despilfarro ha revuelto el avispero futbolístico y se comenta de distinto modo; pero los que están en sequía o que presuponen que no les alcanzará el beneficio de la lluvia de oro que está cayendo milagrosamente por avenida Alvear y Tagle, están que trinan por su mala suerte. Esto en cuanto a los jugadores; en cuanto a los dirigentes de otros clubs, consideran lo de River como un desafío o un ejemplo pernicioso, capaz de provocar una hecatombe. Tan es así, que un delegado  -el de Huracán- ha montado el picaso y presentó sobre el pucho un proyecto absurdo a la Liga.

El proyecto

Ese proyecto, en dos palabras, consiste en que la Liga fije una suma máxima para las transferencias de los jugadores. Con esta limitación se pretende que los clubs más poderosos y solventes no puedan acapararse todos los cracks y dejar en la vía a los más modestos y pobres. Tan absurdo es este proyecto, que no puede ni siquiera ser tratado en serio, primero porque no tiene fundamento lógico, y segundo porque no tendría resolución práctica. Me explicaré: Un empleador paga por sus subordinados lo que él cree que valen sus servicios, y si una persona que trabaja en otro comercio, por ejemplo con un sueldo de 200 pesos, a aquél se le ocurre contratarlo por 400, es lo más lógico y plausible y a nadie se le ocurriría impedir que este beneficioso cambio se produjese. Es tan sencillo esto, que no vale la pena comentarlo más ni abundar en razonamientos. En cuanto a que la limitación no tendría resultados efectivos, se desprende del simple juicio que conoce todo el mundo menos el proyectista: el límite de una transferencia es, digamos, de 5.000 pesos; bien, el club que desea los oficios de un jugador, paga esa suma oficialmente y a escondidas abona el resto que sea necesario para tener el player por el que se interesa.

cuello 350Lo que se dice y se sabe

Siempre que existe un ambiente de trascendencia sobre algo determinado, se sabe algo y se dice mucho más. Esto ocurre con los pases, la adquisición de cracks y lo que cuestan o dejan de costar. Como ya dije, el que manda la parada es River Plate, el club que dispone de más efectivo de todos y gasta más que todos juntos, y es lógico entonces, que en lo cierto y en los “grupos”, sea el gran protagonista. Una declaración oficial de la comisión directiva del club de la Recoleta dice que hay 50.000 pesos disponibles para transferencias en la formación del team para 1932, y, sin embargo, a estar a lo que se dice, no alcanzaría con 100.000. Veamos si no: por la transferencia acordada de Cuello, se estima la suma de 14.000 pesos: 8.000 para Tigre y 6.000 para el back; por la de Arrillaga (el record del año), 32.000; 25.000 para Quilmes. y 7.000 para el forward; por la de Bernabé Ferreyra (no hay nada resuelto), 25.000; por la de Alterio (tampoco hay nada aún), 25.000, Es decir, que sólo por cuatro jugadores, van 96.000 duraznos. Agreguemos a esto, al pase de Santamaría de Platense, calculado en 15.000, además del de Izzetta, de Defensores, y algún otro que me queda en el tintero (yo escribo a máquina), se llega fácilmente a los 120.000, suma que me parece, salvo mejor opinión, un poquito elevada a menos que el cálculo sea sobre pesos paraguayos. Sin embargo, los más interesados en que se crea todo esto, son los mismos socios de River, los cuales, lejos de enojarse por tanto y tanto presunto derroche, se muestran orgullosos de él. Si hasta les parece que ellos son ricos al ver a su club largando tanto “vento”!…

Los de Boca

A la inversa de River (¡Cuando no!), los de Boca se hacen los modestos o los ranas. Ellos harán el team con menos que nada. No están dispuestos a pagar transferencias exageradas ni sueldos cuantiosos; pese a esto, dicen, si aceptaran a todos los que se le ofrecieron, tendrían 700 jugadores, que es, como decir, que para Boca todo el mundo está dispuesto a jugar gratis. Algo habrá de verdad, pero hay mucho de cuento en esta baratura boquense, como en el lujo riverplatense. Por de pronto, algo se ha descubierto con lo de Sánchez de Platense, por el que “no había pagado nada”, según declaración de un dirigente, y luego resultó que habían en danza más de 15.000 pesos.