Fue en 1977, en España.  El partido se jugó en el marco de un torneo cuadrangular organizado por los festejos del 75° aniversario de Real Madrid.

La selección, dirigida por César Menotti , iniciaba su preparación a poco más de un año del comienzo del Campeonato Mundial de Argentina.

Del torneo participaban además de Argentina e Irán, el anfitrión, Real Madrid y Mouloudia Chaabia, un club de Argelia.

En su presentación en el estadio Santiago Bernabeu, Argentina  fue sorprendida por el juego de Irán, que según la crónica del periodista Héctor Onesime, se mostró como un equipo ordenado a la Argentina, agrupándose para defender y para atacar. Sin golpear, sin marcas personales, respetando la pelota y fabricando superioridad numérica sobre los nuestros. Los iraníes fueron ejerciendo el control del trámite del juego hasta convertirse en amplios dominadores.

Argentina formó con Gatti; Tarantini, Olguín, Daniel Killer y Carrascosa; Ardiles, Gallego y Villa; Houseman, Luque y Bertoni.

Nueve de esos once, levantarían la Copa del Mundo al año siguiente. Pese a ello el cronista Onesime se quejaba de la falta del más mínimo sistema de funcionamiento que pudiera compensar la improvisación o el acierto personal que se esperaba de la superioridad técnica de los argentinos, pero que no siempre se verificaba.

El partido finalizó 1 a 1. Bertoni, de penal, abrió la cuenta y Sadiki faltando diez minutos, logró el empate para Irán. En la definición por penales Argentina se impuso 4-1 (Bertoni, Benítez -reemplazante de Villa-  Olguín y Ardiles) y ganó un lugar en la final frente al dueño de casa.

Ahí nos fue todavía peor, Real Madrid, con gol del ya en ese entonces bigotón Vicente del Bosque, nos ganó 1-0 y se quedó con la Copa de su cumpleaños.