En 1960 se jugó la primera edición de la Copa Libertadores que en aquella época se llamaba Copa de Campeones. San Lorenzo no le dio mucha importancia y resignó, a cambio de un puñado de dólares, la localía frente a Peñarol en las semifinales.

Desde entonces, cual novia despechada, la Copa se ha negado una y otra vez a caer en los brazos del Ciclón. Pasaron años, jugadores, estadios, descenso, campeonatos, pero la Libertadores nunca volvió a estar cerca.

Hoy está todo dado para que esa triste historia de desencuentros tenga en unas horas su final feliz.