En abril de 2012 el ilustrador británico Alex Bennett -hincha de Watford, igual que Elton John- se propuso emprender un ambicioso trabajo de largo aliento: plasmar en un lienzo de 120×80 centímetros, quinientos momentos icónicos de la historia del fútbol. Acudió a su memoria, a los libros, a viejas fotografías y a You Tube para seleccionar las imágenes que no podían faltar en el cuadro y puso manos a la obra. Tras 1.600 horas de trabajo, en febrero de 2013, la obra, que inevitablemente remite a la estética de “Buscando a Wally”, quedó terminada.
El cabezazo de Zidane a Materazzi, el escorpión de Higuita, el desatre de Hillsborough, Pelé saludando a Bobby Moore en el Mundial 70, la patada voladora de Cantona, Roger Milla bailando frente al banderín del corner, el caballo blanco de la final de la FA Cup de 1923 -primer partido jugado en Wembley, Kempes festejando un gol en la final del 78 y mil -o quinientos- detalles más forman parte de la intrincada obra que viene a ser algo así como el lado futbolero de El Aleph de Borges.
Además de aparecer levantando la Copa del Mundo y en el momento de “la mano de dios”, Diego también está en aquella famosa escena frente a Bélgica del Mundial 82, en la que seis defensores lo esperaban escalonados.