Un Mundial de clubes cada dos años, con 24 equipos participantes y en sedes rotativas. Esa es la revolucionaria idea que tuvieron los dirigentes de Barcelona con Josep María Bartomeu a la cabeza y que le acercaron a la FIFA. El proyecto ya está en manos de Gianni Infantino, quien lo estudia en Zurich con los responsables de competencias de la casa mayor del fútbol internacional.
Como toda idea que amenaza con cambiar el orden establecido, genera diversos tipos de incomodidades. Sin embargo, la modificación puede ser beneficiosa para todos. Hoy, el viaje a un destino tan lejano como Japón o Emiratos Árabes en medio de la temporada es una verdadera complicación para los equipos sudamericanos y europeos. River y San Lorenzo lo sufrieron en los últimos años. Semejante traslado arruinó el físico de ambos planteles para toda la temporada.
Por eso, desde este rincón se mira con cariño este proyecto. El romanticismo de la Copa Intercontinental ya no existe y defender a un certamen que genera más dificultades que beneficios no tiene sentido. Entonces, como esta idea recién está en su fase embrionaria es una buena oportunidad para jugar con los posibles participantes en el caso de que esta nueva Copa del Mundo se disputara este mismo año.
La idea es que se lleve a cabo los años impares entre junio y julio, como si fuera una Copa del Mundo, una Euro o una Copa América. Hay sólo un par de conflictos de calendario: los años en los que se disputa la Copa Confederaciones y los de la Copa América, aunque lo ideal es que el torneo continental sudamericano se juegue al mismo tiempo que la Euro, como ocurrió hace pocos meses con la Centenario.
Entonces, antes de empezar, una pequeña aclaración: en nuestro “simulacro”, los clasificados son aquellos que hubieran ganado su derecho para participar de un Mundial este año. La forma de clasificación no variaría, así que se puede trasladar a los años impares sin problemas.
Son 24 clubes. Ocho de Europa, ocho de Sudamérica, dos de Asia, dos de África, dos de la Concacaf, uno de Oceanía y uno del país organizador. La sede debería elegirse por lo menos dos años antes. Como es el primer Mundial, una buena idea sería recordar a Uruguay 1930 y devolverle un gran torneo al estadio Centenario. Por supuesto, deberían utilizarse algunos escenario más. La nueva cancha de Peñarol, el Parque Central y el Campus de Maldonado son buenos candidatos.
El sistema es el que se utilizó en las Copas del Mundo entre 1986 y 1994: seis grupos de cuatro, en los que clasifican a octavos de final los dos primeros y los cuatro mejores terceros. Así, el torneo puede durar entre 24 días y un mes. El partido inaugural lo disputará siempre el anfitrión.
Los clasificados de cada Federación se definen de una forma simple. Está claro que la Champions League y la Copa Libertadores son los torneos más importantes y no hay lugar para discusiones. Entonces, ganarán su pasaje los semifinalistas de las dos ediciones anteriores. En este caso, los de la Libertadores 2015 y 2016 y los de la Champions 2014/15 y 2015/16. En el caso de que existan repeticiones, se disputará un desempate entre aquellos que perdieron en cuartos de final contra dicho equipo.
De Europa, los clasificados directos son: Barcelona, Real Madrid, Juventus, Bayern Munich, Atlético Madrid y Manchester City. Los campeones, Barcelona y Real Madrid, tienen su puesto asegurado como cabezas de serie. Los otros dos lugares son para Wolfsburgo (perdió en cuartos ante Real Madrid en 2015/16 y, como el Madrid venció al ya clasificado Atlético en 2014/15, no tiene rival para el repechaje) y el ganador de un desempate entre… Porto y Benfica (ambos cayeron en cuartos con Bayern). Antes de comenzar, el Mundial ya nos entrega un clásico espectacular. A los efectos de nuestro juego, diremos que Benfica ganó su lugar. Por furiosa actualidad.
De Sudamérica estarán: River Plate, Atlético Nacional (cabezas de serie), Internacional de Porto Alegre, Guaraní, Sao Paulo, Independiente del Valle y Boca Juniors. Aquí surge una gran complicación, ya que el octavo lugar debería ser para Tigres, pero no puede clasificarse por ser parte de otra Confederación. Al margen de que esto es absolutamente injusto y antideportivo, es una regla que la FIFA no negociará. Entonces, debe buscarse otra manera de definir el último representante. Lo más justo es un duelo entre los dos mejores clasificados de los cuartos de final de ambas Libertadores. En este caso, Racing Club y Atlético Mineiro. Por nacionalismo, diremos que clasificó Racing.
Para el resto de los continentes es muy fácil: los dos campeones de cada año. En Concacaf América de México ganó ambas ediciones, así que habrá duelo entre los subcampeones: Montreal Impact y Tigres para definir el segundo participante. Por justicia deportiva, diremos que Tigres fue el vencedor.
En Asia y África hay un problema de calendario: sus Copas finalizan a fin de año, por lo que los representantes serán los campeones de 2014 y 2015. Western Sydney Wanderers de Australia y Guangzhou Evergrande de China por Asia y ES Sétif de Argelia y TP Mazembe de Congo por África. De Ocenía, irá el ganador de un choque entre los dos campeones, aunque en esta ocasión no hará falta porque es el mismo: Auckland City.
El representante del país anfitrión será el quinto cabeza de serie. Será siempre el vencedor de una final entre los dos campeones anuales. En este caso, Peñarol y Nacional. Sí, otro clásico impresionante antes de empezar. Por simple azar, diremos que el privilegiado es Nacional.
Ya tenemos a los 24 participantes. El sexto cabeza de serie será el representante de la Asociación que más alto se encuentre en el Ránking FIFA. Hoy, es Concacaf, así que América encabezará su zona al igual que Barcelona, Real Madrid, River, Atlético Nacional y Nacional. El sorteo será similar a los de las Copas del Mundo. No podrá haber más de dos representantes de Europa o de Sudamérica en cada grupo y tampoco dos del mismo país.
En nuestro juego, así quedaron distribuidos los grupos.
Zona A: Nacional, Bayern Munich, ES Sétif y Guaraní.
Zona B: Barcelona, Manchester City, Guangzhou Evergrande e Independiente del Valle.
Zona C: River, Wolfsburgo, Tigres y Sao Paulo.
Zona D: América de México, Atlético Madrid, Inter de Porto Alegre y Western Sydney Wanderers.
Zona E: Real Madrid, Juventus, Racing Club y Auckland City.
Zona F: Atlético Nacional, Boca, Benfica y TP Mazembe.
En todos los grupos hay al menos un partido espectacular. Es un campeonato que generará aún más interés que el actual para los equipos que no son europeos y una expectativa muy superior para los conjuntos del viejo continente, acostumbrados a jugar entre ellos y autosuperarse año tras año. Además, es una buena manera de que las dirigencias (sobre todo las de Argentina) apuesten a mantener los planteles. Porque no pasará mucho tiempo para que este super Mundial se transforme en el título más importante de todos.