Por segunda vez en la historia, los campeones mundiales sub 20 y sub 17 son del mismo país. Inglaterra emuló hace tres días lo hecho por Brasil en 2003, cuando la Verdeamarela también era campeona absoluta. En el último año, el fútbol inglés no sólo ganó las dos Copas del Mundo, sino que también fue campeón del torneo Esperanzas de Toulon sub 21, campeón de la Euro sub 19,  subcampeón de la Euro sub 21, subcampeón de la Euro sub 17 y semifinalista de la Euro sub 21. Es un éxito sin precedentes pero con un trabajo detrás.

En 2011, las cabezas inglesas se pusieron a pensar. Vieron que tenían la liga más poderosa del mundo pero que su Selección no podía ni empezar a competir con Alemania, Brasil, Argentina y España. Miraron hacia atrás y vieron que habían pasado más de cincuenta años del último título oficial, que además es el único que hay en las vitrinas de la FA. Comprendieron que la única manera de convertirse en una potencia era con un trabajo a largo plazo, tal como lo había hecho España. Entonces, pusieron en funcionamiento el EPPP (Elite Player Performance Plan, plan de rendimiento para jugadores de élite), que tiene como objetivo levantar la Copa en Qatar 2022.

Inglaterra sub 20Tiene tres fases: fundación (sub 9 a sub 11), desarrollo juvenil (sub 12 a sub 19) y desarrollo profesional (sub 17 a sub 23). Se basa en cuatro funciones clave: programa de partidos (la Premier League reestructuró todos los torneos juveniles y organiza más de 6000 juegos); educación (con docentes formados con técnicas innovadoras para mejorar la técnica, la táctica, el estado físico y mental y el modo de vida de los jugadores); coaching (buscan crear un grupo de entrenadores con las herramientas necesarias para responder a todas las necesidades de los jóvenes) y organización general (la Premier League otorga a los clubes facilidades para descubrir talentos y también para recolectar información de los proyectos).

En resumen, los ingleses no solo cambiaron la forma de entrenar, sino también la relación entre la FA, la Premier League y los clubes. Hasta hace cinco años, no había ninguna idea en común entre los clubes británicos. La mayoría no se preocupaba demasiado en formar jugadores y sí lo hacía en detectar valores fuera del Reino Unido. Las divisiones inferiores trabajaban sin demasiados fundamentos: acá está la pelota, juguemos. Hoy, cada club tiene un grupo de profesionales calificados que además está en contacto permanente con los formadores de la Asociación. Se formó una red de información casi tan valiosa como el talento de los jugadores.

“En 2012, cuando comenzamos este programa, construimos una estrategia clara, con la Copa del Mundo de Qatar 2022 como meta máxima. Implementamos procesos, establecimos objetivos mensurables específicos para todos nuestros equipos y creamos un camino desde el seleccionado sub 15 hasta la mayor. Ahora tenemos consistencia en nuestro entorno tanto dentro como fuera del campo de juego en términos de programa de entrenamiento, sistema y estilo de juego. También en la manera de reclutar y tener claro cuáles son las necesidades en cada posición”, afirma Crocker, quien también destaca la importancia del apoyo de los clubes a un proyecto que partió desde la FA y la Premier League.

Inglaterra sub 20Aunque es posible que para acercarse al éxito sea necesario cambiar la identidad del fútbol inglés, la idea del programa no es alterar el ADN sino adecuarlo a las épocas modernas. Es decir, que la búsqueda de mejorar el juego de posesión se dé de forma natural, sin romper la concepción de juego directo histórica de las islas británicas. Los entrenadores hablan de coherencia para enseñar: encontrar el balance justo entre las nuevas búsquedas y los viejos métodos.

Si a un trabajo serio desde los nueve años se le suma la posibilidad de aprender de los mejores jugadores del mundo cuando llegan a primera, el experimento no puede salir mal. Clubes como Tottenham, de la mano de Mauricio Pochettino, han logrado pelear títulos solo con jugadores de las divisiones inferiores. Después de años de formación, los canteranos terminan de potenciarse al llegar a una de las tres ligas más competitivas del mundo. Y así se forma el círculo virtuoso que puede terminar con Inglaterra campeón del mundo.

La construcción del complejo St. George Park’s también fue muy importante en este sentido. Es un espectacular centro de entrenamiento con doce canchas, salas de recuperación de última generación, un centro médico y hasta un complejo hotelero. Allí conviven todas las Selecciones nacionales y trabajan en las mismas condiciones Gareth Southgate, DT de la mayor; Adrian Boothroyd, de la sub 21; Paul Simpson, de la sub 20 y Steve Cooper de la sub 17. Entre ellos también la información circula de manera fluida.

En los planteles campeones hay representados 18 equipos diferentes. Chelsea es el que más futbolistas aportó, con ocho (tres del sub 20 y cinco del sub 17), pero también hubo jugadores de Everton, Manchester United, Tottenham, Manchester City y hasta Fleetwood Town, de la tercera división. Las figuras son Dominic Solanke, Dominic Calbert-Lewin y Ademola Lookman (del sub 20); y Phil Foden y Rhian Brewster (del sub 17). Sin embargo, más allá de los nombres propios, el secreto inglés es el trabajo y la planificación. Los padres del éxito.