El máximo ídolo de la historia rojinegra dio una charla en la ciudad de Santa Fe sobre conducción en el fútbol. En varios momentos hizo referencia a su paso por Newell’s, al Tata Martino, Griffa, Berizzo y Larry Saldaña.
La conferencia duró poco más de una hora y trató temas como el rol del líder, los ídolos, los métodos de trabajo y el éxito. Siempre en el marco del fútbol. También aclaró: “todo lo que les diga lo leí en algún lado, nada tiene que ver directamente conmigo”. La charla estuvo repleta de sabiduría y emoción. A los hinchas de Newell’s Marcelo nos llega siempre, y hoy no fue la excepción.
Comenzó hablando de la metodología de trabajo, y comparó a esta con la relación del padre con la familia. Sentenció: “Cómo lo consigo es siempre más importante que cuánto consigo. Yo creo sinceramente que así debe ser”.
Luego Trató de la importancia en el rol del ídolo y la identificación de este con la gente y los propios compañeros. Es aquí donde hace referencia al querido Tata Martino y sentencia: “Martino entraba al vestuario y todo el mundo bajaba la voz y no porque quería hablar, sólo porque entraba él. Si quería hablar, no necesitaba alzar la voz, porque todos querían escucharlo. Cuando yo -o cualquiera- contaba un chiste, nadie se reía; Si él era quien contaba el mismo chiste todos lo festejaban”.
Indicó que si él tuviera que elegir un técnico, nunca se guiaría por los resultados, sino por el método de trabajo: “Si el método es bueno, antes o después, los resultados van a ser buenos con continuidad. Si no es un buen método, los resultados positivos que se puedan conseguir no tienen valor, no son genuinos ni naturales”. En esta etapa, vinculó el tema a la eliminación en el mundial de Japón-Corea y dijo: “No hay que mirar el método para justificar la falta de resultados. El método vale en sí mismo”.
Destacó también la importancia de la honestidad y de conducir siempre diciendo la verdad. Habló de amor hacia los dirigidos y saber perdonar: “Si lo quiero y lo perdono por quererlo, es mejor que si lo castigo y lo acuso. Esto mejora al jugador.” A su vez destacó los valores del ser humano y restó importancia a lo material. Respecto de los valores hizo mención a Larry Saldaña en su estadía en Newell’s y dijo que todos valoraban su discreción y humildad.
A la hora de encontrar cuáles son las cargas negativas que recaen sobre los jugadores de fútbol destacó la presión de la gente. Recordó que Eduardo Berizzo, con quien no ahorró elogios, en una oportunidad le dijo: “La selección argentina tiene un solo problema, cuando salís de Ezeiza y llegás a la cancha de River viene un tipo y te pone un piedra pesadísima encima, solo te sacás esa piedra si ganás el partido”. Refiriéndose a la presión de ganar sí o sí por ser favorito y local.
Cuando habló de las condiciones de un equipo marcó cuatro instancias, fuera de la suerte, que definen la diferencia entre equipos y las valoró en este orden: técnica, preparación física, estado anímico y organización. Aclarando que el estado anímico influye en las dos primeras condiciones. Pero dijo “avergonzarse” de segmentar la definición del fútbol y leyó un texto que para él explica qué es el fútbol: “Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos, la pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible, atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar; y esperábamos la compañía de la suerte”. Asoció de esta manera el espíritu amateur a nivel profesional: “El deporte, por más que sea por dinero, cuando se compite se vuelve amateur”.
A la hora de saber quién es el mejor jugador de un equipo, indicó que no es aquel con más talento sino el que más haya progresado en sus capacidades, quien más se haya esforzado. “Aquel con mayor talento está más obligado con el equipo, que en condiciones de reclamar licencias, permisos, prerrogativas (…) El mejor mejora a los demás y al juego colectivo, el mejor no se destaca a costa de empeorar al resto. Si todos corren, todos corremos menos. Algunos jugadores ganan partidos, pero solo los equipos ganan títulos”. A su vez destacó la importancia de la pasión por el juego en cualquier jugador y concluyó que “la pasión, en cualquier oficio, es fundamental”.
Recordó los diez años de trabajo junto a Jorge Griffa en Newell’s, destacando la capacidad, el amor por el juego y la vocación por enseñar del maestro. Dijo que le hubiese gustado poner un cartel en Bella Vista que diga: “Si haces las cosas bien, el fútbol te hará rico; Si piensas en hacerte rico, no harás las cosas bien”.
Casi finalizando, dividió a los entrenadores en dos grandes grupos, los rígidos y los flexibles. Destacando que ambos son igualmente válidos, y ambos obtienen resultados. La importancia, según Marcelo, es mostrarse tal cual es cada uno. Se autoincluyó dentro de los rígidos, claro está. Pero aclaró que observa a los “del otro grupo” para ver si puede tomar algo que le sirva, siempre y cuando no le reste identidad.
Habló de normas en los grupos y no discriminar, sino uniformar a todos en un grupo, pero tolerando a quienes no piensan como uno. Saber convivir y escuchar al otro. “Es indispensable aceptar la diferencia porque si no, no podemos lograr una unanimidad en el comportamiento. Si bien trabajamos con una idea en común, no podemos esperar que no haya diferentes puntos de vista, esto exige tolerancia”. Destacó también que aquellos grupos que saben anteponer la importancia de mejorar al más débil, por sobre los intereses de la mayoría, y por supuesto de los individuales, son equipos que se vuelven “feroces” y mejoran notablemente en el estado anímico colectivo.
Para finalizar explicó su concepto de autoridad: “Normas generales (no a medida), básicas, simples, cortas. Modelo de valores y conductas que ayuden a saber cómo actuar. Es indispensable que el conductor dé el ejemplo, porque cuando no es así lo que hace es propagandizar las normas que están al servicio de las contravenciones”. Además indicó la importancia de ser breve y hablar poco, para que al hablar se lo escuche.
Finalizó diciendo que conducir “es un arte” y que él no es que se considere buen conductor, simplemente dio su opinión sobre cómo cree que hay que conducir. Que no quiere decir que haya resuelto todas las cuestiones que mencionó. Genio y humilde.