Tal vez uno de los primeros nombres que se nos vinieron la cabeza cuando soñábamos con la colección de libros Un Caño, fue el de Pedro Saborido. Porque ya lo habíamos disfrutado en la revista cuando salía en papel y sabíamos que era capaz de interpretar el humor que siempre tratamos de mantener vivo en cada una de las notas que publicamos.
Pedro fue quien alguna vez, en una de esas tantísimas e interminables tardes y noches de café y whisky, nos bautizó como “una patrulla perdida”, asociando nuestro trabajo al de los escuadrones japoneses que se quedaban aislados en alguna selva del Pacífico y, años después, salían a la civilización sin haberse percatado de los cambios que había atravesado la sociedad.
Nos causó gracia aquella definición, pero al mismo tiempo nos hizo reflexionar. Tanto que los más veteranos, los más reticentes a los cambios, aceptamos la propuesta de los más jóvenes de pasarnos del papel a la web. Y así nos transformamos en una Patrulla Perdida 5.0, con página web, aplicación para teléfonos celulares, Facebook, Twitter e Instagram.
Vale decir que más allá de todo, los más viejos seguimos insistiendo con las plataformas tradicionales. Y que los libros, en esto sí hay unanimidad trasgeneracional, siguen siendo un objeto que valoramos, defendemos y que queremos fortalecer.
Las primeras charlas con Saborido para la realización de este libro fueron contenidas en algo que definíamos internamente como “cuentos lisérgicos”. Pero cuando comenzamos a editar el material entendimos que los relatos de Pedro exceden por mucho a esa categoría. En realidad, se trata de la historia misma del fútbol, desarrollada con el recorte obvio del humor pero con un abanico y multiplicidad temática que nos asombra incluso a nosotros.
Podés comprar el libro “Una historia del fútbol” en el sitio de la editorial Planeta y en todas las librerías del país.
Pedro observa, describe y narra con su particular prosa las más increíbles historias sobre un universo que incluye al panchero, al tipo que palpa hinchas en las puertas de las canchas, a los que van a los partidos para mirar más allá del campo de juego, a los conflictos y problemáticas de los hinchas y de los jugadores; desgrana características de futbolistas, acciones de juego, decisiones arbitrales y hasta desnuda con ojo clínico a la melancolía pavota del fútbol y a los contadores de anécdotas culposos. Todo realizado en un sinfín de desmesura, en lo que bien podríamos decir que inaugura un nuevo género literario que aporta un salto de calidad a los ya extraordinarios trabajos del Negro Fontanarrosa.
¿Qué más se puede decir sobre este libro? Nada. Sólo queda leerlo.