Cuenta la leyenda (¿verídica?) que a Menotti, antes de la final del Mundial 78, sólo le preocupaba una cosa del rival: si Dick Nanninga iba a estar entre los suplentes (vale recordar que, en aquella época, no todo el plantel estaba en condiciones de ingresar). Entonces mandó a uno de sus ayudantes al último entrenamiento de la selección de Holanda con esa misión específica. El técnico argentino consideraba que el delantero holandés era muy fuerte en el juego aéreo y, si tenía la chance de ingresar, quería armar su banco de suplentes con un hombre apropiado para neutralizarlo.

A la vuelta de la práctica naranja, el Flaco, ansioso, encaró a su ayudante: “Y, ¿juega Nanninga o no?”. “Tranquilo, César, no va ni al banco”. El que nos contó la anécdota (que no pudimos chequear) nada nos dijo sobre la reacción de Menotti al ver que Nanninga era parte de los suplentes holandeses. Ni hablar cuando lo vio ingresar por Johny Rep con todavía media hora por jugar. Y menos que menos cuando, después de un centro desde la derecha de René van de Kerkhof, lo vio elevarse en el área y empatar la final cuando Argentina ya paladeaba su primer campeonato del mundo.


PD: Pese a que no pudimos confirmar el espionaje fallido, apenas publicada la nota original un lector nos pasó una nota de El Gráfico con Roberto Saporiti -ayudante del Flaco en ese Mundial- en la que se puede rescatar este extracto:

“La noche anterior a la final del 78, Menotti me comenta que va a poner a Killer en el banco en lugar de Oviedo, por si Holanda metía a Naninga, que era grandote. Le comenté que Nanninga estaba lesionado, que me parecía mejor Oviedo. Lo pensó y se decidió por la Cata. (…En el partido) Yo me sentaba en una punta del banco y el Flaco en la otra, con Poncini, para tener diferentes visiones. De golpe escucho: ‘¡Sapo, la concha de tu madre, mirá quién está calentando!’. Era Naninga. ‘Sapo, y la puta madre que me parió, ¿para qué mierda te habré hecho caso?’, seguía. La cuestión es que entró, Larrosa quedó enganchado con el offside y Naninga metió el 1-1. Cosas que pasan”.