Ya se dijo mil veces: la realidad supera a la ficción. Y ni que hablar si se trata de contar, aunque más no fuera en su punto culminante, la relación que mantuvieron fuera y dentro de las pistas los ex campeones de mundo de Fórmula 1, el británico James Hunt y el austríaco Niki Lauda.
Es muy difícil contar por qué Rush es una película interesantísima desde el punto de vista técnico y dramático sin contar el argumento y, por supuesto, el final de la película (para muchos conocido porque se trata de una historia real ficcionada), pero haremos el intento.
Sólo voy a decir para poner en autos a los espectadores que Lauda, en 1976, cuando la Fórmula 1 todavía era una aventura peligrosísima, dominaba ampliamente el campeonato con 61 puntos, es decir más del doble de lo que tenía el sudafricano Jody Scheckter, su inmediato perseguidor. Sin embargo, en la décima carrera del año, el austríaco sufrió un tremendo accidente que lo dejó al borde de la muerte. Lauda había quedado atrapado adentro de su Ferrari y de no ser por Harald Ertl, Guy Edwards y especialmente Arturo Merzario, hubiera muerto quemado.
Durante la ausencia de Lauda, James Hunt comenzó a descontarle puntos en el campeonato. Hunt y Lauda eran rivales desde las categorías inferiores y no sólo eran oponentes a la hora de correr (el austríaco era calculador, el británico muy arriesgado) sino también en la forma de entender la vida (Lauda era espartano y Hunt y playboy). Lo que ocurrió en preciso instante de la vida de ambos es de lo que se trata la película, con momentos gloriosos como cuando dos italianos reconocen a Lauda, el piloto de Ferrari, y le dan un aventón; o con imágenes muy bien logradas, como el accidente de Alemania o los momento de la última carrera de la temporada en Japón.
La sólida dirección de Ron Howard, un director desparejo que puede ir sin escalas de Apollo 13 a El código Da Vinci, El luchador, Frost/Nixon o Una mente brillante es muy bien aprovechada por los actores que interpretan a Lauda, Hunt y sus respectivas esposas, quienes no sólo componen muy biena a los personajes sino que además consiguen parecidos físicos realmente asombrosos.
Rush es un excelente entretenimiento, una muy buena película deportiva pero, por sobre todas las cosas una perfecto ejemplo de lo que significa la rivalidad en cualquier tipo de competencia deportiva. La rivalidad con otro pero, fundamentalmente, con uno mismo.
Ficha técnica:
Rush (2013). 123 minutos.
Director: Ron Howard
Writer: Peter Morgan
Con Chris Hemsworth (James Hunt), Daniel Brühl (Niki Lauda), Olivia Wilde (Suzy Miller), Alexandra Maria Lara (Marlene Lauda) y otros…