El debate está instalado. No hay marcha atrás. Hinchas, socios, dirigentes, futbolistas y periodistas ya saben que el 29 de noviembre, en la próxima Asamblea general de la AFA, se votará por la llegada o no de los capitales extranjeros a nuestros clubes. Las Sociedades Anónimas Deportivas están al acecho y la lucha de estas horas pasa por un tema que parece menor pero puede cambiar la historia: la forma en la que se votará.

El estatuto de la AFA indica que debe ser a viva voz, pero la Inspección General de Justicia (IGJ), que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos podría habilitar una modificación para que el voto de cada uno de los 43 asambleístas (22 de la Superliga y 21 del Ascenso e Interior) sea secreto. De esa manera, lo que debería ser una elección colectiva de los socios del club en cuestión, pasaría a ser una simple decisión individual del dirigente encargado de emitir el sufragio. Y esto podría voltear un resultado que si fuera a mano alzada sería lapidario para las SADs.

La Coordinadora de hinchas emitió un comunicado en el que expresa el total repudio al voto secreto. “Los dirigentes representan a los socios y socias de sus clubes. Por lo tanto, en una votación tan importante, deben hacerse cargo de su voto ante su gente. Las alternativas para el voto de la AFA son a mano alzada o mediante voto electrónico. El voto secreto no es una opción para nosotros: ¡Que no nos roben nuestros clubes! Los clubes no son anónimos, el voto no es secreto”.

La IGJ (depende del poder ejecutivo de Mauricio Macri, impulsor histórico de la SADs en nuestro país) podría intervenir y modificar el artículo 27 para eludir el voto a mano alzada. Está obligada a confirmarlo con al menos 30 días de anticipación, por eso el cambio de fecha de la Asamblea. En la práctica no podría, pero “en el maravilloso mundo de la IGJ angelicista, todo es posible”, le comentó el abogado de uno de los clubes que promueve este mecanismo al portal “Doble amarilla”.

En la misma nota se recuerda que Sergio Brodsky, el Inspector General de Justicia, es hombre del presidente de Boca, a quien conoce desde su época en Franja Morada. Otra opción es que antes de la Asamblea se mocione para que el sufragio sea secreto. El detalles es que esa moción debe votarse a viva voz con lo cuál se terminará sabiendo quién pidió que las SAD se definan en cuarto oscuro. Esto es algo que muchos dirigentes quieren evitar.

El cambio de fecha le sirve a la IGJ para trabajar una semana más en la reforma que quienes impulsan la llegada de las SADs consideran imprescindible, ya que sin un sufragio electrónico y secreto ven imposible que su proyecto prospere. Así lo dijo un importante dirigente de la AFA en declaraciones a Página 12: “aún cuando se definiera la aprobación o no de las sociedades anónimas deportivas en votación secreta, a los que pretenden imponerlas no les darían los votos”.

En los últimos días varios dirigentes y personalidades importantes del fútbol y del deporte nacional han levantado su voz en contra del proyecto privatizador. La más importante hasta ahora fue la de Matías Lammens. El presidente de San Lorenzo fue el primero de los clubes grandes en dejar su postura clara. “No es momento de votos secretos ni de esconderse; es momento para que los dirigentes del fútbol argentino demos la cara y representemos, no sólo a los socios que nos votaron, sino a la sociedad en su conjunto. Las Sociedades Anónimas Deportivas son una mala idea para los clubes argentinos. Nuestra postura es clara: San Lorenzo fue el primer club en rechazar las SA en su asamblea de socios. Por estatuto, el club será siempre de los socios y nunca de un dueño”, publicó en su cuenta de Twitter.

Este domingo se sumó Pablo Moyano, vicepresidente de Independiente: “Estamos en contra de las Sociedades Anónimas, son un negocio más del macrismo.

Esta semana será fundamental para quienes defienden el patrimonio social y cultural de los clubes. La pequeña batalla en contra del voto secreto puede ser vital para ganar la guerra contra los capitales extranjeros.