Antes de sentar posición voy a ser claro: nada garantiza un buen resultado ni nadie tiene la razón absoluta. Como diría Miguel Ángel Russo, que ya acuñó una maravillosa frase para evitar las preguntas comprometidas: “Son decisiones”. Pero como nos apasiona discutir de fútbol, le ponemos el pecho al debate y entregamos argumentos para defender una postura.

Y la mía es clara: debería jugar Cavenaghi en lugar de Teo Gutiérrez.

¿Por qué?

1°) Porque está en un mejor momento futbolístico. Sus 6 goles en el campeonato así lo afirman.

2°) Porque River necesitará eficacia ante un rival tan complicado y afilado como Boca. Y en igualdad de oportunidades, Cavenaghi es más preciso que Teo cuando debe definir dentro del área, en espacios reducidos.

3°) Porque River consiguió con Mayada, Mercado, Sánchez, Vangioni, Martínez o Rojas (depende de quiénes sean los titulares) mucho desborde por los costados. Y para aprovechar esa virtud necesita un nueve clásico, un tipo que esté ahí, dentro del área chica, dispuesto a aprovechar las tres o cuatro chances que se le puedan presentar.

4°) Porque Teo es importante cuando sale del área, cuando se tira atrás, cuando arma juego junto a Pisculichi o el conductor de turno, pero pierde peso cuando se encuentra encerrado entre los centrales adversarios. Y además no anda derecho con el arco. Y un nueve que no hace goles, por mejor que juegue, hace la mitad de su trabajo.

Por estas cuatro razones debería jugar Cavenaghi.

Con esto no quiero decir que Teo es un desastre o que no está a la altura de los clásicos. No. Sólo afirmo que este es el momento de Cavenaghi.

También debo dejar clara otra cuestión. Esta opinión está dada desde afuera, sin conocer qué pasa en la intimidad del vestuario o durante la semana de entrenamientos. Gallardo tiene mejores herramientas para decidir y más experiencia que quien firma esta columna para tomar la decisión correcta.

Pero como estamos hablando de fútbol y todos podemos decir lo que pensamos, me juego por Cavenaghi. Estoy convencido de que hay que aprovechar los momentos de los jugadores, el envión, las rachas. Y la de Cavenaghi es hoy.