Es el hombre de moda: Fernando Belluschi. Y con una Selección que anda a los tumbos y que cada día parece más cerca de derrumbarse que de recuperar el aire, el nombre de Belluschi adquiere más relevancia. Lo pedía la gente, lo pedían los medios, lo pedían todos. Selección para Belluschi. Sin embargo, Edgardo Bauza prefirió no darle el gusto a la mayoría y no lo incluyó en la lista del plantel que afrontará una doble fecha decisiva contra Brasil y Colombia en un par de semanas.
¿Hizo bien Bauza? Hoy, sólo él parece saber lo que quiere para la Selección. En los cuatro partidos que lleva el entrenador no sólo no se vio un estilo sino que ni siquiera se vislumbró un plan. Entonces, sólo él sabe si Belluschi puede ser útil o no. Al no citarlo, la respuesta es obvia. Claro que el Patón podría haber sido demagógico, llamarlo y ahorrarse las críticas que está recibiendo desde que se hizo pública la lista. Sin embargo, esa decisión habría pateado las críticas para adelante. Porque, con Belluschi, Bauza siempre pierde.
Bauza “perdió” ahora por no llamarlo. Pero Bauza también iba a “perder” si lo llamaba y no lo ponía o si lo llamaba, lo ponía y Belluschi no jugaba como en San Lorenzo. Que no mostrara el mismo nivel que en su equipo iba a ser culpa del entrenador. Hoy, salvo Messi, ninguno de los que jugaron últimamente en la Selección la está rompiendo en su club. Algunos ni siquiera tienen minutos. Por eso, nadie puede culpar a Bauza y su sistema todavía desconocido por las prestaciones de Romero, Rojo, Demichelis, Agüero, Di María, etc. Pero, seguramente, sí lo iban a culpar si Belluschi no jugaba como en San Lorenzo.
Y no, Belluschi no iba a jugar como en San Lorenzo. Porque San Lorenzo funciona y la Selección, no. Hoy parece que cualquier jugador del equipo de Aguirre podría ser convocado a la Selección. Sencillamente porque San Lorenzo es un equipo. Un equipo repleto de confianza. Cualquiera puede intentar cualquier cosa y le va a salir. La Selección es todo lo contrario: a nadie le sale nada y la confianza está desaparecida.
Otro tema fundamental: Belluschi es una pieza más en San Lorenzo. Y recibe casi siempre la pelota limpia porque el que la saca es Ortigoza. ¿En Argentina quién se la va a pasar redonda? Entonces, sólo Belluschi no podría transformar de un día para el otro a la Selección en San Lorenzo, o a algo parecido a un equipo. Ya sabemos que, salvo dos excepciones (o una y tres cuartos), un jugador solo no puede hacer nada. Por eso, con Belluschi afuera o con Belluschi adentro, Bauza siempre pierde.