El discurso preferido de los equipos que van a jugar de visitante es “hay que aguantar los primeros minutos”. River hizo todo lo contrario: en los primeros minutos salió a imponer condiciones. Un cuarto de hora que fue lindo mientras duró. Porque River no dejó mover a Tigres. Cortó circuitos bien adelante y eso le trajo dos beneficios: el rival no pudo salir nunca limpio y, ante cada recuperación, miró desde más cerca a Guzmán.
Esa estrategia de Gallardo le permitió a River achicar el pánico y achicar a Tigres, que prontito se dio cuenta de que no iba a tener un partido plácido como los que supo disfrutar en esta Copa en Monterrey. River también se dio cuenta de que ese desgaste inicial iba a ser insoportable y quedó en evidencia en el segundo tiempo.
Tigres, minimizado por River, fue apenas los desbordes de Palito Damm. Lo bueno del partido pasó por él. Y por los arqueros. Empecemos por Damm: en el primer tiempo sacó a pasear a Vangioni y le sirvió un centro preciso y precioso a Sobis que el brasileño le entregó en las manos a Barovero.
< River, mientras, respondió con un pase de Sánchez a Alario. El ex Colón quiso tirársela larga a Guzmán y el arquero argentino se la quitó de los pies casi sin que el delantero se diera cuenta. Barovero no quiso ser menos y, ya sobre el final del partido, le ahogó el gritó a los mexicanos. Sin tiempo para achicar a Damm, el arquero no se comió el amague y no fue al piso hasta que a Palito ya no le quedaron opciones de buscar el arco. A Tigres le costó sacarse de encima aquel arranque de River. Recién en los últimos quince minutos fue capaz de apretar como un equipo que necesita ganar. Pero River, a esa altura, ya era otro. Gallardo tuvo que remendar en el entretiempo por las lesiones de Viudez y Mora y Bertolo y el Pity Martínez entraron con compañeros que ya no contaban con la frescura del comienzo. La salida de los uruguayos, justamente, es la mala noticia que River trae de la ida. Aunque es pronto, las caras de ambos al finalizar el partido decían que no iba a ser fácil que jugaran la revancha. El que no la juega seguro, por amarillas, es Mercado. Por eso, y porque Tigres estuvo algo más cerca del triunfo, el viaje de River a México fue bueno pero caro. https://www.youtube.com/watch?v=4pvwylp0U4o