El fútbol fue el primer deporte de equipos argentinos que se despidió de los Juegos Olímpicos. Y la excusa del desorden organizativo y dirigencial puede usarse hasta ahí, sin exagerar. Lo cierto es que cuando la pelota empezó a moverse, los futbolistas y el entrenador no estuvieron a la altura de la competencia. Una derrota con Portugal, un triunfo con Argelia y un empate sobre la hora con Honduras provocaron la despedida de la Selección en primera ronda.

vascoDespués de la eliminación, Julio Olarticoechea “explicó”: “Ya se terminó eso de que a Honduras se le gana con la camiseta. No se dio. La pelota no quiso entrar”. ¿Para el técnico de Argentina su equipo quedó afuera por culpa de la pelota? Por supuesto que no. Es el famoso cassette que se ponen la inmensa mayoría de los protagonistas del fútbol. Parece que no existe hablar claro. O decir las cosas que vio todo el mundo. Ya es una regla establecida. Y no es una característica de los tipos que llevan muchos años en el ambiente, como el Vasco en este caso. Un chico de la Sexta división de cualquier club, si tiene un micrófono adelante, va a hablar como un futbolista profesional: “No nos podemos reprochar nada porque dejamos todo”, si hubo derrota. O: “Sabíamos que era un partido decisivo y había que ganarlo como sea”, si hubo triunfo. Es parte de la rutina. A los chicos les enseñan que ganar es lo único y también a declarar sin decir nada. ¿O lo aprenden solos escuchando a sus referentes? Es probable: si ellos llegaron y hablan así, hay que hablar así para llegar, podría ser el análisis simplista. ¿Entonces el problema es el ejemplo? ¿O es cultural?

Las chicas y los chicos del handbol, las chicas y los chicos del hockey, las chicas y los chicos del voley, los chicos del basquet… Los técnicos de cada una de esas disciplinas… ¿No están contaminados porque sus deportes no son superprofesionales? ¿Pueden hacer una autocrítica sin problemas porque no habrá tanta repercusión en los medios? ¿Por qué ellos pueden explicar lo que acaba de pasar, con las pulsaciones en caliente, con la claridad que lo hacen y los que se dedican al fútbol, no?

scola

¿Se imaginan a Scola o Ginobili, después de la derrota con Estados Unidos, diciendo “probamos mucho desde afuera, pero perdimos porque los triples no quisieron entrar”? Es apenas un ejemplo de las diferencias. También podríamos hablar de Velasco, de Retegui o de cualquiera. Cada vez que escuchamos a los deportistas o a los técnicos que no tienen que ver con el fútbol, escuchamos a gente hablando nuestro idioma. Como Scola tras Estados Unidos: “En una época veníamos a ganar estos partidos. Hoy no podemos competir”, declaró. Eso fue lo que vimos todos. ¿Qué iba a decir Scola? En el fútbol eso no puede pasar. Es el único deporte donde hay que ser los mejores. “Como sea”. Nunca el rival ganó porque fue mejor. Jamás. Perder al fútbol no es una opción. Pero, claro, se pierde más de lo que se gana. Entonces hay que dar explicaciones. Sin pensar en lo que pasó. Se busca en la memoria cuál es la declaración que cabe para cada momento, se activa el cassette y escuchamos la frase hecha, la que no dice nada. Lo peor es que los protagonista se lo creen. Y así mejoran todos los deportes menos el fútbol.