Es una pelea entre peso pesados. Y en la que, suponemos, en algún momento debe primar la cordura.

Lammens, Angelici y DonofrioDe un lado del rincón están los presidentes de Boca, River, San Lorenzo, Racing y un grupo de 19 equipos más, algunos de Primera y otros del Interior. De aquí en adelante, el Grupo A.

Del otro, los presidentes de Independiente, Barracas Central y alrededor de 35 clubes del ascenso y del Interior, es decir el Grupo B.

Otras 20 instituciones (el Grupo C) miran perplejas como se desarrolla esta confrontación que parece ya no tener fin.

¿Por qué se pelean? Por poder, más que obvio. ¿Por qué suponían que iba a ser? Lo que se está discutiendo es quién va a controlar la futura Liga Profesional, que se va a hacer sí o sí porque es la herramienta más interesante que se les ocurrió a algunos dirigentes (Tinelli y Lammens, sin ir más lejos) para acrecentar la recaudación en el fútbol.

El Grupo A quiere que la creación de la Liga se trate en una Asamblea extraordinaria el jueves 9  de junio para, allí, aprobar la reforma del Estatuto de AFA, que se mantiene inalterable con un centenar de clausulas gatillo que impiden que el fútbol argentino se desarrolle dentro del marco de una democracia plena. El engendro que dejó Julio Grondona tras sus más de 30 años de poder, le da al presidente de AFA una discrecionalidad inaudita para manejar todos los aspectos del fútbol, desde el económico hasta el deportivo, pasando incluso por la designación de los árbitros.

Tapia, Moyano y SeguraPor el contrario, el Grupo B desea que todo se trate el jueves 30 de junio, es decir minutos después de conocer quién será el próximo presidente de AFA, lo que no parecería insensato si no fuera porque el que pica en punta para conseguir ese puesto es Hugo Moyano (respaldado por Chiqui Tapia) y no hay un solo integrante del Grupo A que les crean a Moyano y Tapia que ellos van a cambiar el Estatuto de manera virtuosa. Dicen que, con Moyano en la presidencia de AFA, se replicarán los métodos de Grondona y que será imposible salir de la trampa que les están tendiendo desde el Grupo B.

Así planteadas las cosas, no parece haber salida. Desde el Grupo B, con la mejor cara de póker, hablan de consenso, pero anulan cualquier posibilidad de discutir la Liga antes del 30 de junio. Y desde el Grupo A hacen saber que “ya nos hinchamos las pelotas de que nos hablen de consenso para después llevarlos como chicos para el colegio para todos lados”.

Así planteadas las cosas no parece haber solución para el conflicto. Básicamente porque nadie le cree a nadie.

¿Cuál será la salida? ¿Habrá ruptura? ¿Se irán por su lado los cuatro grandes, recreando lo que ocurrió hace ya 106 años, cuando  el 14 de junio de 1914 la Asociación Argentina de Football se dividió en la Asociación Argentina de Football y la Asociación Amateurs de Football? Aquella división duró seis meses hasta que otra vez se pusieron de acuerdo y despareció la Asociación Amateurs. Sin embargo, el 22 de septiembre de 1919 se volvieron a dividir hasta que 28 de noviembre de 1926 (13 años después) se unificaron bajo el nombre de Asociación Amateurs Argentina de Football y, 4 años después (el 18 de mayo de 1931), nuevamente hubo una fractura entre la Asociación Argentina de Football (Amateurs y Profesionales) y la Liga Argentina de Football. De esta división, el 3 de noviembre de 1934 devino la Asociación del Football Argentino hasta que en 1946 se castellanizó como la Asociación del Fútbol Argentino.

¿Hay margen para este tipo de vaivenes en el fútbol actual? No nos parece. ¿Qué pueden hacer Boca, River, Racing y San Lorenzo? ¿Jugar con los otros 20 equipos por afuera de la AFA en un torneo no reconocido por FIFA, es decir sin posibilidad de clasificar a las copas internacionales? ¿Hay contactos con las actuales autoridades de FIFA para que lauden en este conflicto? Toso se sabrá más temprano ue tarde.

En las próximas hora se conocerá el destino del fútbol argentino en por lo menos los próximos 20 años. ¿Habrá paciencia para cambios graduales? ¿O se buscará borrar el pasado reciente de un plumazo? Todavía no se sabe. Lo único que está claro es que de acá a cinco años no quedará nada en pie de lo que construyó Julio Grondona con una persistencia extraordinaria para concentrar el poder en torno a sí mismo. Esa fue la trama que les tendió Grondona desde el más allá a los dirigentes actuales.