El campeonato de Primera División que se jugará a partir de marzo de 2015, y en el que intervendrán 30 equipos, será el final de una saga de decisiones desafortunadas de los dirigentes de la AFA y, fundamentalmente, de su presidente, Julio Grondona.

grondona audifonoGrondona, que presuntamente se retirará en octubre de 2015 de la presidencia de la AFA que ejerce desde hace 35 años, ideó este nuevo torneo con el único objetivo de exprimir un poco más la teta del Estado y obtener más dineros públicos para clubes que multiplican, segundo a segundo, sus pasivos. Hace cinco años, cuando comenzó el Fútbol para Todos, las instituciones tenían un rojo de alrededor de 700 millones de pesos y ahora está rondando los 2.400 millones. Con esto queda claro que uno de los puntos centrales del Fútbol para Todos, es decir la auditoría para controlar qué se hace con los dineros públicos, no se está llevando a cabo. Y este punto, la irresponsabilidad estatal es preocupante.

Más allá del asunto de la plata, que es central y que debería ser atendido urgentemente, tampoco hay una correlación en el aspecto deportivo, ya que la AFA está planificando un torneo con muchos equipos, que no es lo mismo que un torneo largo. Una cosa sería que se disputara un torneo con 20 equipos, a dos ruedas (38 fechas), como se hace en los lugares más serios. Y otra muy diferente es lo que se va a hacer: un torneo de 30 equipos, que se disputará a una rueda (29 partidos) y a la que se le sumará una jornada más en la que se repetirán los clásicos. Es decir, River será el único equipo que se enfrentará dos veces con Boca, Boca con River, Central con Newell’s y así con todos los clásicos, por lo que la equidad deportiva también está puesta en tela de juicio.

Para conformar este campeonato de Primera con 30 equipos, se realizarán ajustes en el semestre venidero.

El Torneo de Primera 2014, por citar un ejemplo, no tendrá descensos pero sí el puntaje se contará en los próximos años, ya que se sumará al asunto del promedio. El campeón de este torneo se clasificará para la Copa Libertadores 2015 junto a River (campeón del Torneo Final 2014), Vélez (mejor puntaje en la tabla general 2013/2014), el ganador de la Copa Argentina 2014 (se está jugando) y el mejor ubicado en la Copa Sudamericana 2014 (todavía no empezó).

grondona cardLa B Nacional se jugará en dos zonas de 11 conjuntos cada una, que jugarán a dos ruedas. Los cinco primeros de cada zona ascenderán a Primera (serán diez equipos). No habrá descensos a la B Metropolitana ni al nuevo Torneo Federal A.

La Primera B también se jugará en dos zonas de 10 equipos cada una, que se enfrentarán en dos ruedas. Los ganadores de esas zonas ascenderán a la B Nacional. Y el tercer ascenso surgirá de un reducido entre 6 equipos: lo disputarán los segundos, terceros y cuartos de cada zona. No habrá descensos.

La B Nacional también se va a nutrir del Torneo Federal A, en el que intervendrán (por ahora) 39 equipos de todo el país. En el torneo jugarán 19 equipos que estaban en el Argentino A de la temporada anterior, tres equipos ascendidos del Argentino B, uno descendido de la B Nacional y 16 invitados. Este torneo otorgará 7 ascensos a la B Nacional.

A partir del próximo año se jugarán simultáneamente el Torneo Federal A, el B y el C.

La Primera C entregará también tres ascensos y ningún descenso a la D. Serán también dos zonas de diez equipos cada una, que jugarán en el sistema de todos contra todos, en dos ruedas. Los ganadores de cada zona suben a Primera B y el ganador del reducido será el tercer ascendido. En el reducido jugarán los equipos que se clasifiquen segundos y terceros en cada zona. En Primera D se repite el esquema de la Primera C.

Cuando termine diciembre y toda esta reforma esté perpetrada, pocas soluciones quedarán por delante, ya que los 30 equipos de Primera se van a oponer a perder sus privilegios. Por otra parte, ya se sabe que de esos 30 equipos, sólo dos descenderán el futuro, lo que achica las posibilidades de recambio. El fútbol argentino entra entonces en una zona de reforma y de turbulencias. ¿Será el último legado del presidente eterno? Preferimos decir que es el último engendro que nos deja Grondona.