La AFA es el comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética diez minutos después de la muerte de Stalin… pero sin un sector reformista que haya sido purgado y que pudiera servir para encarar el recambio y reorganización.
Frente al desconcierto, a falta de ideas, las facciones de la patria de la pelota comienzan a mostrar los dientes. Se encuentran frente a un dilema de hierro: ¿cómo desmontar la más pesada herencia del jerarca fallecido, el megatorneo, sin desencadenar una guerra civil fraticida? Estamos frente a un conjunto de homínidos de desarrollo mediano, con gruesos dedos prensiles y escasa pericia frente a un sofisticado mecanismo explosivo de relojería.
Frente al desconcierto, lo que se hizo fue sumar caos al caos, pateando puerilmente los problemas para adelante. Así, habrá dos torneos de Primera sin descensos pero con promedios, porque luego de haber sostenido hace dos años que seguir atados al calendario europeo de temporadas de entre años no tenía sentido alguno, la cuestión velozmente volvió a cobrar vigencia. La B Nacional, además, quizá cambie de formato sobre la marcha, y vuelva a ser un torneo largo.
¿Cómo evitar la guerra civil?
El megatorneo ideado por Grondona no es viable cuando la única forma de contentar la ofensiva dura de los Cinco Grandes es renegociar porcentajes. Por eso, si se suman doce equipos a meter la cuchara en una torta que no va a crecer tanto como la gula, el mecanismo de relojería explotará en el momento menos pensado en las manos de la monada dirigente.
Alguien deslizó por ahí que tomar lo bueno del modelo NBA, como la fijación de topes salariales y algunas exigencias positivamente diferenciadoras que buscan mitigar la desproporción presupuestaria entre distintas franquicias, sería el camino más civilizado a explorar.
¿Alguien se imagina que mientras los empresarios mejicanos vinculados presuntamente a capitales de Tijuana, Juárez y otras ciudades energizantes de la capital mundial del narcotráfico invierten en pases, volcando dólares como ropa sucia en el lavarropas del fútbol criollo, triunfen las voces que piden moderación y autocontrol? El lavarropas paradigmático, con sus bolsillos de payaso y el número creciente de borregos que quieren prenderse como sea a la teta, nos muestra cómo va respondiendo la dirigencia. Gastando millones de dólares mediados por empresarios mejicanos, por ejemplo, sin saber el origen ni los avales de esos capitales.
Para concluir con estas reflexiones, ¿quién imagina a la conjunción de reyes del lavarropas que están aterrizando por la ventana en el fútbol, propugnando moderación y responsabilidad colectiva en las instituciones? Son más los que piensan que el viejo modelo NVA criollo hará pata ancha.
Decimos NVA= No va a andar.