Vivimos en un país en el que si te dan a elegir entre Maradona y Messi y elegís a Maradona, te defenestran porque “ah, entonces Messi no te gusta”. Y viceversa. Si decís que Macri está haciendo las cosas mal, sos kirchnerista. Y viceversa. Sucede con las “grandes” discusiones, pero también con pequeñeces familiares. Por ejemplo: para una cena de Año Nuevo la abuela preparó milanesas y, para acompañar, papas y ensaladas. Vos te servís una mila y papas y no va a faltar el tío o la prima que te pregunte: “¿la ensalada no te gusta?”.

A los que hacemos Un Caño no nos gustan los ranking ni las dicotomías, aunque nuestro Departamento de Marketing (?) nos insiste todas las semanas en que “esas cosas son muy rentables”. Pero por algo somos Un Caño y no los engañadores de Infobae, que para tener un click más titulan: “La estrella que juega en Europa y le gusta al técnico de un equipo grande” en vez de poner: “Gallardo quiere a Enzo Pérez”. O esta genialidad que encontramos el fin de semana: Si tienen un minuto, ¿nos podrían decir cuál es “la dramática confesión” de Buffon? (De nada por los clicks, Infobae.)

Estábamos en que no nos gustan los ranking. Generalmente, son injustos. Si hablamos de fútbol, por ejemplo; Pelé, Maradona y Messi se dedicaron a lo mismo. Pero el fútbol en el tiempo en que jugaba Pelé no es el mismo fútbol en que juega Messi. Por eso, lo más justo sería separar por épocas. Y ahí no habría mucha discusión. Sin embargo, vivimos de la discusión. Así que… a discutir.

Los que pasamos los 40 y tenemos amigos más chicos, hemos escuchado varias veces la misma pregunta: “Vos que lo viste a Maradona, ¿quién es mejor: Messi o Maradona?”. Y quizás ahí, en ese “vos que lo viste” este el quid de esta cuestión. Hasta que aparezca un tercer mega crack que venga a enredar aún más este lío, el ¿Messi o Maradona? va a seguir existiendo. Como existía el ¿Pelé o Maradona? hasta que surgió Lionel.

Hace unos días nos encontramos con un ranking que armó la revista inglesa FourFourTwo sobre los mejores 100 futbolistas de la historia…

Si lo tuviéramos que hacer nosotros, diríamos que hay varios ítems fácticos que desequilibrarían la Diegobalanza para el lado de Diego: 1) fue capaz de recuperarse a una hepatitis y a una fractura de tobillo (“inconvenientes” que no sufrió Messi); 2) lo que hizo lo hizo en el Napoli, un equipo que no estaba en el gran mapa futbolero; 3) la Italia del Sur, ¡por Maradona!, fue capaz de ir en contra de su propia selección en el Mundial del 90 (¿se imaginan a medio Camp Nou gritando por Argentina en una semifinal de un Mundial contra Cataluña?); 4) los árbitros permitían golpes que en la actualidad ni siquiera existen y a Maradona le daban todos y algunos más; 5) la gesta del Mundial 86.

Claro, los fundamentalistas de las estadísticas podrán tirar los números de Messi y con eso terminarían la discusión. Sin analizar que un título con aquel Napoli vale lo mismo (poquito más, poquito menos) que diez títulos con este súper Barcelona. Por eso rescatamos la breve explicación de la revista inglesa, que eligió primero a Maradona, segundo a Messi y tercero a Pelé. “Pelé metió más goles. Messi ganó más títulos. Pero si viste a Maradona con una pelota en los pies podrás entenderlo”.