Si Bauza llamó a Lavezzi para que le aporte su buena onda al grupo en esta doble fecha de Eliminatorias es porque el técnico está pensando en soluciones alternativas, aunque en este caso no sea una alternativa muy futbolística que digamos.
Si en el fútbol argentino se trabajara en serio, organizadamente y se evaluaran bien los problemas, quizás se podrían tomar otras decisiones. Hoy la Selección tiene un gran problema: la clasificación al Mundial de Rusia es (¿será?) un sufrimiento. Por tres razones: 1) suma pocos puntos, 2) no juega a nada y 3) los futbolistas sienten la presión de las circunstancias y casi ninguno demuestra su nivel.
¿De que se suelen quejar, y con mucha razón, los entrenadores de las selecciones? Del poco tiempo que tienen para trabajar. Esta fecha era ideal para entrenar una semana entera con los jugadores que Bauza considere titulares. ¿Cómo? Dividiendo al grupo. Argentina necesita sumar en los dos partidos (y en casi todos), pero está muy claro que los tres puntos son imprescindibles contra Colombia.
Por supuesto que todavía falta mucho por jugar, casi toda la segunda rueda. Pero Brasil y Uruguay ya están un par de pasitos separados del resto. Con dos o tres victorias en los ocho partidos que quedan, se asegurarían su lugar en Rusia. Entonces, los otros tres lugares (dos directos y uno por repechaje), por cómo está la tabla ahora, se lo disputarían entre Ecuador, Colombia, Chile, Argentina y Paraguay. Esto significa que si Argentina gana en Brasil ganaría tres puntos pero si le gana a Colombia, ganaría los tres más el plus porque un rival directo no sume. Por eso el partido en San Juan es mucho más importante que el de Belo Horizonte.
Entonces, Bauza podría haber mandado a Brasil a los jugadores que no van a ser titulares contra Colombia. Por ejemplo, y usando sólo los futbolistas convocados, éste podría ser un posible equipo: Rulli; Mercado, Demichelis, Musacchio, Roncaglia; Belluschi, Pizarro, Banega, Gaitán; Agüero y Pratto. En el banco quedarían Guzmán, Buffarini, Acuña, Correa y Lavezzi (más algún convocado del fútbol local). Y el técnico que sea Di Leo, el ayudante del Patón. Así Bauza podría quedarse en Buenos Aires y, con una semana de trabajo, darle algo de identidad a este equipo: Romero; Zabaleta, Otamendi, Funes Mori, Mas; Pérez, Biglia, Mascherano, Di María; Messi e Higuaín.
Como está jugando, el equipo titular no garantiza nada. Y el otro que se puede formar parece bastante digno. Los beneficios de esta humilde sugerencia serían varios: más trabajo con los titulares, la posibilidad de ver a jugadores no habituales en una parada importante y, sobre todo, que Messi y compañía llegarían descansados al partido que de verdad hay que ganar. ¿Es una idea demasiado loca? ¿Era imposible de pensar? ¿Es imposible llevarla a cabo?