En nuestra reunión del lunes pasado nos sorprendimos con los títulos de tapa de algunos medios: “Polémico arbitraje de Pitana en el Superclásico”, decían. O algo así. ¿Por qué polémico?, nos preguntábamos, ya que no hubo ninguna polémica. Fue correcta la roja a Nacho Fernández y ridícula la roja a Cardona. Y lo fue para todo el mundo, tuviera la camiseta que tuviera. Si nadie puede decir que Nacho estuvo mal expulsado no hay polémica. Si nadie puede decir que Cardona agredió a Enzo Pérez no hay polémica. Entonces convinimos entre los integrantes de la redacción que “polémico” es un nuevo eufemismo para decir malo.

Pitana se equivocó muy feo al querer ver un codazo del colombiano. Sí, quiso ver, porque si no no puede ver algo que no sucedió. Aunque haya acertado con la expulsión de Nacho y no tuviera en mente una compensación, los árbitros amigos de acomodar los partidos, miran con más atención a los futbolistas del equipo que está con 11. Y más en un superclásico. Por buscarle una explicación a semejante error.

Una parte del error de Pitana, la de que Carmona no siguiera en el partido, ya no tiene solución. La otra parte, que el colombiano sea sancionado, sí la tenía. Pero los miembros del Tribunal de Disciplina prefirieron lavarse las manos y darle el OK al informe del árbitro y castigar con una fecha al jugador de Boca. Curioso informe, ya que dice “manotazo en la cara del rival” aunque en la cancha hizo la mímica de codazo. Probablemente Pitana haya visto la jugada por televisión antes de redactar el informe…

“No podemos aceptar los reclamos de todos los clubes y actuar de oficio con lo que no les gusta”, fue la justificación desde el Tribunal. Pero, señores, no estamos hablando de algo que no les gusta a los dirigentes de un club. Es algo que es injusto. ¿Cuánto tiempo de trabajo es mirar un video y darse cuenta de que algo no fue como lo vio el árbitro? Obvio: si se equivocó en un penal ya no se puede hacer nada. Sin embargo, en este caso, además del posible beneficio de un club, estamos hablando de los derechos de un trabajador. Un Tribunal no lo deja trabajar por algo que no hizo y que todo el mundo vio que no hizo, empezando por Enzo Pérez…

Ah, por cierto, Nacho Fernández, que le “regaló” una plancha en el pecho al mismo Cardona, apenas recibirá una fecha más de sanción que su víctima. Parejita la justicia…