“Yo soy el responsable”, muletilla de los entrenadores que no sirve para nada. Por supuesto, en este momento de San Lorenzo Bauza no es la excepción y declara: “Yo soy el responsable”. Y aunque muchos le valoran la autocrítica, lo del entrenador no es autocrítica si lo único que dice es: “Nuestro inconveniente es la falta de gol”. Fundamentalmente porque es falso. Para llegar al gol se necesitan muchas cosas que San Lorenzo no tiene. Y, por consiguiente, menos va a tener gol.
Matos vive de espaldas. No recibe un centro en condiciones desde hace… Villalba no sabe si atacar o retroceder con el que lo debería marcar a él. No recupera la pelota, espera a que la pierda el rival. Arma un mediocampo con tres 5. Para colmo, Torrico ya no juega por encima de sus condiciones como sucedió en los dos últimos títulos. Apuesta a un jugador retirado como Yepes y lo manda a la cancha antes de ponerlo en forma. Se preocupa más por defender que por atacar y ni siquiera defiende bien. O sea: San Lorenzo tiene tantos problemas que no los puede resolver a todos el corazón de Romagnoli.
La parte buena de Bauza es que no saca chapa con lo de la Copa. Que podría. Pero no lo necesita porque tanto los hinchas como la prensa lo saben. Está ahí. Este técnico que hace que un equipo juegue a nada le hizo ganar la Libertadores a un club que sólo vivía para eso. Entonces no hay reproches y ni reclamos. No importa que las únicas cuatro victorias en el torneo hayan sido contra el 15 y los tres últimos de la tabla. No importa que no le meta un gol a nadie. No importa ir a la cancha sólo por ir a ver a tu equipo aunque sepas que tu equipo no te va a dar nada. Ni autocrítica te va a dar. Porque de tanto pensar en ganar la Copa, Bauza se olvidó de todo lo demás.