La cantidad de pasos en falso que tuvo el sainete que protagonizaron los dirigentes de fútbol, es inigualable. Ni bien terminaron los Juegos Olímpicos, los periodistas deportivos nos enfocamos de lleno a la problemática del fútbol: en las deudas, la falta de dinero, la voracidad de los dirigentes, las operaciones políticas, las internas y toda la gama de cuestiones que estaban postergadas desde hace más de un mes, es decir desde el momento mismo en que asumió en la AFA la intervención de la FIFA y del Gobierno (ya nadie duda de que Armando Pérez es el delegado de Macri en el fútbol).
La cuestión es que ni bien Pareto enarboló la bandera argentina en la ceremonia de cierre de Rio 16, todo explotó en horas. A saber: los dirigentes del ascenso no estaban dispuestos a empezar el torneo si no se mejoraba la oferta económica del Gobierno, varios clubes de Primera los acompañaban, se trató de desplazar a Pérez de la AFA con una carta incendiaria de muchísimos clubes (más de 500) a Infantino -el presidente de la FIFA- denunciando el despotismo del ex presidente de Belgrano, se trató dar un golpe contra la conducción de Futbolistas Argentinos Agremiados, liderada por Sergio Marchi (francamente su actuación distó mucho de ser buena en todo este entuerto) y el Gobierno operó hasta donde pudo para que los dirigentes a cedieran en sus reclamos.
El lunes, incluso, desde Formosa, el presidente de Boca; Daniel Angelici, como buen operador que es, le mandó a decir al resto de los dirigentes, por medio de un periodista siempre dispuesto a colaborar obnubilado por lo que cree que son primicias, que lo mejor que podía hacer era arreglar porque el Gobierno no estaba dispuesto a poner un peso más. Por supuesto, cuando ese mismo periodista lo sacó al aire pocos minutos después, Angelici dijo que no sabía nada al respecto y se hizo el sonso. Uno puede tener muchas diferencias metodológicas e ideológicas con Angelici, pero hay que reconocerle que juega a la mancha con los aviones, lo que no es un elogio y sí una descripción.
La cuestión es que apenas un día después, casi por arte de magia, las cosas se arreglaron y el próximo fin de semana habrá fútbol de todas las categorías, ya que el Gobierno cedió, más allá de que había dicho una y otra vez que no iba a poner un solo peso más de los 800 millones de pesos pactados. Pero cuando todo parecía que se iba al carajo (lisa y llanamente al carajo), aparecieron 150 millones más y todos estuvieron de acuerdo en firmar un acta que selló el tema en las formas pero que de ninguna manera resolvió el fondo. En total, la erogación del Gobierno por el semestre alcanzará los 1.250 millones, ya que hace un mes se adelantaron 300 millones.
“En septiembre se pagarán 300 millones de pesos, en octubre y noviembre 150 millones en cada uno de ellos y 350 millones en diciembre. Todos firmaron y el viernes próximo se iniciarán los torneos de primera y del ascenso”, confirmó Armando Pérez. Pero agregó: “Todo lo que ocurra de aquí en adelante se realizará con la mejor predisposición. Nos sentaremos con los clubes que tengan deudas para ver la forma de saldarlas”. Y ahí dejó claro que hay un asunto que queda dando vueltas y que cada uno deberá revisar con seriedad. Ya que esos 150 millones que llegaron como salvataje muy pronto se podrían convertir en un salvavidas de plomo cuando las distintas instituciones deban saldar las cuantiosas deudas que mantienen con la AFA, la AFIP y sindicatos como Utedyc.
También dejó claro que si no se había llegado antes a un acuerdo era básicamente por la “desconfianza” de los dirigentes hacia él. “No sé de donde nace esa desconfianza, pero aceptamos las reglas del juego. Ahora queremos mirar hacia delante y no entrar en disquisiciones que creen más resquemores”, puntualizó.
¿Por qué el Gobierno mejoró la oferta? Por dos razones centrales.
La primera era que, acosado por el asunto de las tarifas, el desempleo (el INDEC anunció que subió del 5,9% al 9,3% en el semestre) y cierto descontento de la sociedad con algunas políticas enfocadas hacia los sectores más pudientes, no era un buen momento para sumar otro motivo de disconformidad. El fútbol, ya lo sabemos, sirve para canalizar algunas cuestiones y para mejorar el humor social.
Y la segunda fue que hace cinco días, los cuatro miembros de la Comisión Normalizadora (el citado Pérez, Javier Medín, Carolina Cristinziano y Pablo Toviggino) fueron citados por el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, para informales que o encontraban la solución al conflicto en el fútbol o se iban a su casa. Y por eso el Gobierno decidió pelar la billetera porque no quiere perder la chance de mantener a Pérez en la AFA hasta tanto no se concrete la salida del Fútbol para Todos sin pagar el costo político de no transmitir el fútbol gratis por TV hasta 2019. Porque ya se sabe, por otra parte, que desde enero ingresaran al negocio los privados, sea bajo el nombre de Turner, de IMG, de Al Jazira, de Clarín o de quien fuera.
La solución del conflicto redundará además en otro beneficio para el Gobierno: Domínguez anunciará esta semana que Pérez será el nuevo representante argentino ante la Conmebol, algo que hasta hacía 12 horas parecía imposible.
Otra de las novedades que dejó la fumata entre los dirigentes es que, en dos semanas, la AFA concurrirá al Ministerio de Trabajo con los jugadores que tengan atrasados sus salarios. Ese dinero será cancelado por la AFA ya que todavía mantiene deudas con los clubes de ascenso por montos no liquidados entre enero y junio de 2016.
En el acta quedó estableció que a la B Nacional se le pagará 1 millón 500 mil pesos por mes entre agosto y diciembre, a la Primera B, 648 mil; a la Primera C y al Federal A, 250 mil y a la Primera D, 100 mil, los que surgirán de un fondo solidario. Además, las categorías del ascenso se verán beneficiadas con un descuento del 33 % en los pasajes nacionales y en los operativos policiales.
La única cuestión que queda pendiente pero que todos creen que no complicará más las cosas, es la reunión que el miércoles sostendrán los capitanes de los equipos de primera división en FAA. Los referentes se habían encontrado en el Sheraton y habían resuelto exigirle a Agremiados que el torneo no empezara hasta tanto se saldaran las deudas con sus compañeros del ascenso y que se llamara elecciones para reemplazar a Marchi. Se comenta que el candidato a sucederlo será Leandro Romagnoli. Con la firma del acta, el primer tema parece estar resuelto. Al otro habrá que seguirlo de cerca un tiempo más porque no está cerrado ni por asomo.
Justamente Marchi se refirió a lo que pasó: “Fue una reunión dura, larga y positiva, ya que se logró el acuerdo para saldar la deuda con los jugadores. El gremio consiguió defender las fuentes de trabajo de más de mil 500 futbolistas y por eso el regreso de la actividad ya es un hecho”. ¿Se hizo cargo de su inacción por las deudas desde hace más de 6 meses? No. Ni una palabra.
En fin. Lo que parecía imposible, no lo fue. Y la pelota, como si nada, empezará a rodar desde el fin de semana. ¿Lo atamos con alambre? Pero por supuesto. Vivimos en la Argentina.