El Real Madrid ya era lo suficientemente poderoso cuando llegó Florentino Pérez para darle una vuelta de tuerca más a semejante poderío. El presidente lo transformó en galáctico. Y en este caso no es una frase hecha, como los miles de dream team que hemos inventado por estos lados. El Real Madrid fue y es galáctico porque compra al megacrack de turno por el dinero que le pidan. Y si tiene que comprar dos, compra dos. O tres. Después se discutirá sobre si algunos futbolistas merecen ciertas cifras, como los casi 100 millones de dólares que se desembolsaron por Gareth Bale la temporada pasada.
Una costumbre de la Casa Blanca es comprar después del Mundial a una de las figuras de la selección campeona. Arrancó en el 2002 con Ronaldo y siguió en el 2006 con Fabio Cannavaro, quien no sólo fue campeón con Italia sino que fue elegido como el mejor jugador de la Copa en Alemania. En Japón-Corea, en cambio, Ronaldo no había sido considerado como el mejor por uno de las tantas reglas absurdas de la FIFA que, después de aquella final entre Brasil y Alemania , fue modificada. Doce años atrás, el mejor jugador era elegido ANTES del partido decisivo por algunos periodistas. Oliver Kahn, el que se llevó la mayor cantidad de votos, regaló un rebote que aprovechó Ronaldo y el premio quedó en ridículo.
En el 2010, el Madrid se tomó un descanso con las compras de ganadores mundialistas. Claro, con España levantando la Copa en Sudáfrica, los campeones ya estaban en casa: Casillas, Ramos y Xabi Alonso fueron titulares en el equipo de Del Bosque. Y otro detalle no menor: en la temporada anterior habían llegado Cristiano Ronaldo, Benzemá y Kaká. Aun así, el merengue se quedó con dos alemanes que habían brillado en aquel equipo de Löw que llegó a semifinales: Özil y Khedira.
Tras el arribo de Bale el año pasado, Florentino necesitaba otros golpes de efecto. Porque el galés fue galáctico en el precio pero no es una de esas estrellas indiscutidas. Entonces, el Madrid esperó el Mundial (mucho más fácil sería apostar antes y comprar a los jugadores por menos dinero…), seleccionó los que consideró los mejores y se los llevó. James Rodríguez fue sin duda el mejor futbolista de los que no llegaron a jugar los siete partidos, además del goleador del torneo. Y ya se vistió de blanco. Keylor Navas fue el arquero sensación y uno de los artífices de que Costa Rica se colara entre los ocho mejores. Y también está a punto.
Sin embargo, a Florentino le gustan los campeones y el elegido fue Tony Kroos. Paradójicamente, el que podría perder su lugar es Angel Di María, quien no jugó la final con Alemania por lesión. ¿Qué hubiese pasado con Fideo en la cancha? Nadie lo sabe. ¿Y qué hubiese hecho el Madrid si Argentina salía campeón? ¿Di María era bueno y Kroos no? En realidad la pregunta es otra, porque el Madrid ya había cerrado un acuerdo con el Bayern Munich diez días antes de la final. El anuncio, eso sí, llegó después de la victoria de Alemania.